Acaba de suceder algo interesante en el mundo médico. Un hombre de 29 años de California sufrió una ruptura de tendón en el dedo gordo de la mano izquierda, esto debido a que pasó entre 6 y 8 semanas jugando Candy Crush todos los días; mencionan el médico que lo atendió que, aunque el juego era una actividad secundaria (dejaba libre su extremidad derecha para relizar alguna otra actividad), este siempre estaba presente.
Asimismo, afirma que regularmente, una ruptura se da en la parte más delgada, sin embargo, nuestro amigo la tuvo en la sección más gruesa, donde llega a haber un gran dolor por la misma. Aquí es donde la cosa se pone interesante, aunque el afectado sí llegó a sentir una molestía, menciona que cada que volvía a jugar, la afección “desaparecía”. Claro, no pasó mucho tiempo para que el dolor le fuera recurrente, por lo que decidió ir al hospital, ahí le comunicaron de su lesión y le informaron que tendrían que operarlo de manera inmediata.
A raíz de este caso, el Dr. Andrew Doan, propuso a su gremio investigar los efectos de los videojuegos como una clase de análgesico, esto debido a que, cuando la gente juega, recibe estímulos como placer y exitación que reducirían el dolor físico de manera natural.
Si bien eso suena como un nuevo uso para los interactivos, el Doctor señala que también se tiene que tomar en cuenta el efecto adictivo que estos producen, el cual es muy parecido al de una droga y con los mismos efectos sociales.
Información de Agencias