Se topa con cadáver y era el de su hijo

Don Héctor reconoció los tenis, los miró y regresó a su casa para buscar a su hijo, pero éste se había salido sin permiso para ver a su novia.

Debajo de la manta que cubría un cadáver Héctor reconoció un par de tenis. Los miró, dudó y regresó a casa en busca de su hijo de 14 años. Él ya no estaba; el menor salió en busca de su novia, pero murió al ser arrollado por un motociclista.

Luis Alberto tenía una cita con su novia de secundaria. Él, un año mayor que ella, se había graduado y ya no la vería durante las vacaciones. Era el último día y por eso prometió llegar puntual a la entrega de boletas de la escuela donde ambos estudiaban.

Antes de la 1:00 de la tarde Luis Alberto salió de su casa en la colonia Avante. Caminó hacia Canal de Miramontes y corrió para atravesar los carriles de la avenida. Logró esquivar dos automóviles que se dirigían hacia Taxqueña, pero al llegar al tercer carril se encontró con dos adolescentes que viajaban a bordo de una motocicleta.  Mario, un joven de 17 años, conducía launidad. En su camino alcanzó a ver al joven cruzar, según dijo,  pero no pudo frenar.

El vehículo pegó contra el cuerpo de Luis Alberto y lo lanzó hacia el camellón, donde se impactó contra un árbol.

El golpe derribó a los motociclistas. Ellos y la víctima fueron ayudados por los testigos.

Golpeados, pero sanos, Mario y su acompañante lograron mantenerse en pie. No sucedió lo mismo con Luis Alberto, un golpe en el cráneo lo mató.

Por eso los paramédicos, que llegaron con la intención de atenderlo, lo cubrieron con una manta azul.

Ese cuerpo cubierto y el camellón acordonado despertó la curiosidad de Héctor López. Él descendía de un microbús en la avenida Miramontes cuando alcanzó a ver el azul de la manta y el de las suelas de los tenis de la víctima.

Creyó  no se trataría del calzado de su hijo, pues él no tenía permiso de salir a la calle. Por eso el hombre de 60 años regresó a su casa, pero al llegar el tío del menor le anunció que el adolescente había salido sin permiso. Sin dudarlo, Héctor regresó al lugar donde yacía el cadáver. La fotografía del cuerpo en los teléfonos celulares de los policías confirmó que sí era Luis Alberto el adolescente arrollado por otro adolescente.

EL GRÁFICO