Síndrome de “cuello de texto”, afección de adictos a la tecnología

Utilizar durante horas el teléfono celular u otros dispositivos móviles, más de lo necesario en la escuela o el trabajo, provoca en las personas –jóvenes y adultos– el padecimiento conocido como síndrome de cuello de texto.

Esa actividad implica estar agachado, tener mala postura a la que el organismo primero se adapta y luego manifiesta la enfermedad en una contractura muscular que no cura la ortopedia ni ningún medicamento, afirmó Yuriko Takiguchi, directora de la Sociedad Mexicana de Shiatsu y Medicina Tradicional Oriental.

Explicó que el dolor de cuello siempre ha existido, pero generalmente afectaba a adultos que trabajan en oficinas y pasan varias horas frente a la computadora, con una mala postura al estar sentados o agachados para escribir. Ahora se suma el uso de celulares o tabletas que obligan a las personas a agachar la cabeza y sobre todo adolescentes y adultos jóvenes que en todo momento están en las redes sociales. También el trabajo bajo presión y el estrés de la vida moderna pueden causar las contracturas.

En entrevista, la especialista comentó sobre la terapia Shiatsu, la cual es una técnica de tratamiento mecánico de origen japonés. Se realiza con presión de los dedos pulgares en puntos específicos del sistema músculo esquelético para rehabilitar a las personas que sufren contracturas . En grados avanzados esta situación les pruede provocar otros padecimientos.

Por medio de la digitopresión los especialistas en el uso del Shiatsu localizan los “puntos van” que son las zonas donde se unen venas, arterias y nervios en la estructura músculo esquelética.

Al presionar ahí se llega en forma directa al sistema nervioso central para liberar los músculos e ir más allá, porque se previenen enfermedades como migrañas, dolores de cabeza, cuello y espalda. De acuerdo con Takiguchi, en grados aún más avanzados estas contracturas pueden derivar en problemas gastrointestinales, como colitis, gastritis y estreñimiento.

En la zona del cuello también pasan flujos energéticos que en medicina oriental se identifican como vías de conexión con vaso receptores que regulan la presión arterial.

Explicó que el malestar empieza por un dolor en la parte alta de la espalda y mientras más grande sea la contractura, algunas personas pierden la sensibilidades de brazos, se les adormecen incluso los dedos porque el músculo que se hace pequeño (se contractura) jala o pellizca algunas áreas de las estructuras nerviosas y el paciente pierde la sensibildad de brazos y manos. También puede haber hernias discales.

En otros casos, el dolor llega a la zona lumbar (parte baja de la espalda) e incluso a las piernas porque hay un efecto dominó, señaló. En el caso de adolescentes y jóvenes, lo que se ha visto es que su cuerpo se adapta a la postura incorrecta, pero en algún momento manifiesta el dolor o la incapacidad para moverse.

Señaló que a la consulta médica de Shiatsu llegan personas que refieren que durante seis o siete años han tenido algún tipo de dolor de cuello, espalda o cabeza al que no le hicieron caso. Otras personas piden ayuda para aliviar una lesión en la mano y dedos, conocida como lesión del tunel carpiano, a causa de la posición de los dedos para operar los dispositivos.

Takiguchi aseguró que las medicinas no curan las contracturas. Los médicos recetan productos para desinflamar y algo más para relajar los músculos, pero no llegan al origen del problema ,por lo que se tiene que hacer en forma mecánica. Tampoco los masajes resuelven, pues se realizan a nivel de los músculos, mientras el Shiatsu se centra en la unión de venas, arterias y nervios, insistió.

Fuente: La Jornada