¿Te perforaste la lengua o los labios? Esto podría pasarte

En gustos se rompen géneros y los piercings no se quedan fuera… Existen personas que aman perforarse absolutamente todo y los que ven esta práctica como algo antiestético y desagradable.

Si eres de las personas que se acaba de perforar los labios o la lengua, debes tener en cuenta que esta perfo podría traerte algunos riesgos y complicaciones a tu salud. Según un estudio realizado recientemente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el 72% de las personas que lleva piercings en la boca ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación. A continuación una lista de las 5 más comunes:

1. Dolor e inflamación
Algunas horas tras una perforación lingual los tejidos circundantes empiezan a inflamarse, y estos efectos pueden prolongarse algunas semanas. En casos extremos, la lengua gravemente inflamada puede bloquear la vía respiratoria y causar dificultad para respirar.

2. Hemorragia prolongada
Las hemorragias también son una complicación posible, especialmente en un órgano tan vascularizado como la lengua, que contiene la arteria y la vena lingual con sus diferentes ramificaciones. Si la aguja atraviesa un vaso sanguíneo durante la perforación, puede producir una hemorragia que sea difícil de controlar y causar una pérdida importante de sangre.

3. Recesión gingival
Una de las complicaciones más importantes y frecuentes del piercing oral es la recesión gingival que es la inflamación de las encías. Las recesiones gingivales causadas por piercings bucales o linguales suelen tener una profundidad de 2 ó 3 mm. Las lesiones peridontales son las que más preocupan a los odontólogos y se producen en casi la mitad de los portadores de piercing en la boca.

4. Alteración del gusto
Al colocar el piercing en la lengua existe el riesgo de lesionar algún nervio pudiéndose alterar el sentido del gusto o la función motora según cual se afecte. Este tipo de lesiones son más frecuentes con los piercing dorsolaterales que con los dorsoventrales.

5. Fractura dentaria
Es más frecuente de lo que puede parecer. El contacto con la joyería bucal puede fracturar los dientes y romper restauraciones, como las coronas o las fundas. La gente que tiene este tipo de piercing tiende a jugar con él, empujando el tachón de metal contra los dientes lo que suele ser causa de huecos interdentales y otros problemas.

¿Te ha pasado alguno?

Con información de Terra.