Miguel Mejía Barón, vicepresidente deportivo de Pumas y uno delos sabios del futbol en México, dice que pocas cosas alegran a una gran afición como el regreso de un ex jugador formado en casa, convertido ahora en entrenador. El doctor cree que Efraín Juárez no va a ser la excepción. En un club donde quedan algunos conceptos de antiguas épocas, el mexicano que hizo campeón al Atlético Nacional en Colombia (Liga y Copa) reúne una eficiencia superior a la de otros colegas que aspiraron al cargo.
Hemos tenido una época triste, dolorosa, pero estamos con la ilusión de revertir todo esto y pensamos que Juárez es quien puede hacerlo, explica el ex seleccionador nacional, convencido del nuevo comienzo en Ciudad Universitaria.
¿Quién no quisiera entrenar a los Pumas?, pregunta Juárez al escuchar el mensaje de presentación, rodeado de su familia y ante decenas de cámaras de televisión. Te queda bien, celebra entre risas Mejía Barón mientras el ex mediocampista de la filial Pumas Morelos se pone la chamarra conmemorativa por los 70 años del club. ¿Lo dice porque estoy gordo, doctor?. El ida y vuelta entre el vicepresidente deportivo y el nuevo director técnico sube el telón de una sesión de más de 40 minutos en la que el futuro del club, que en la Liga registra cuatro derrotas consecutivas, parte de las bases de un cuerpo técnico con esencia puma.
Todo mundo quiere pegarle a este equipo, afirma el ex futbolista de 37 años, con los cálculos ya hechos de los puntos que quedan por jugar (21) y las victorias que necesita para avanzar a la fase final. “Si somos sinceros, estamos en el mismo camino que muchos y resulta que los únicos en un estado de crisis somos nosotros, eso no es verdad. Yo estoy aquí para ganar. Me encantaría tener más tiempo de trabajo, pero no hacemos magia y tampoco me asusta.
Hay que empezar a recuperar gente. Algunos me decían que no era el mejor momento para volver a casa y qué más da, no me importa. Soy un tipo soñador. Tampoco debemos ser románticos, sino entender de dónde venimos y dónde vamos.
En una misma respuesta Juárez desarrolla conceptos de juego, recuerda los títulos de diciembre con el Atlético Nacional y la investigación por la que autoridades de Colombia lo sancionaron con tres años sin poder ingresar al estadio Atanasio Girardot, debido a un efusivo festejo al frente del banco. No tenía mucha intención de regresar a México, confiesa, apoyándose en el brazo de Mejía Barón cada vez que un tema necesita un semblante serio. No es que menosprecie a mi país. Tenía ganas de seguir fuera, en Sudamérica, la MLS o Europa. Platiqué con clubes que se interesaron por mí en México y no me sentía convencido. Cuando hablé con mis padres de esta oportunidad, todo se dio para que estuviera aquí. La casa es nuestro hogar siempre.
El presidente del conjunto de la UNAM, Luis Raúl González, define el estado del equipo en una sola frase: Estamos en un momento difícil, crítico, pero esta institución sabe salir de coyunturas complicadas y esta vez no será diferente.
El debut de Juárez al frente del plantel está acordado para el partido de ida de los octavos de final de la Concacaf Copa de Campeones ante la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica, el martes en el estadio Olímpico Universitario. Tres días después enfrentará al Puebla en la jornada 11 de la Liga Mx, torneo en el que registra cuatro derrotas consecutivas y sólo 11 puntos de 30 posibles. Por aquí ha pasado gente que le ha dado glorias a esta institución, la mayoría de ellos con pasado universitario y otros que recibieron su oportunidad sin haber estado antes en lugares distintos. Fueron pioneros Bora Milutinovic, Mario Velarde, Héctor Sanabria, además de Hugo (Sánchez), gente que de la nada se formó así y tuvieron la satisfacción de brindar por la Copa que ganaron. Todos quieren ser campeones, nosotros también. Hoy (ayer) me emocioné al corroborar que la esperanza en mí crece muchísimo con Efraín aquí. De todos los votos para que llegara, uno fue el mío, concluye Mejía Barón.
Source: Crealo