CONTENIDO SENSIBLE, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN
Un equipo de médicos del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Lima, extrajo con hojas de albahaca una larva de mosca de oveja de tres centímetros de longitud, alojada durante casi un mes en el ojo de un adolescente, informó la oftalmóloga Carolina Marchena, que dirigió la intervención.
La larva fue extraída en una operación realizada el miércoles mediante el uso de medicina tradicional sin necesidad de practicar un corte cercano al ojo izquierdo del paciente, un joven de 16 años a quien le diagnosticaron “Dermatobio hominis”, patología poco frecuente, pero con antecedentes en zonas tropicales de Brasil.
Para evitar un corte en una zona delicada de la cara que dejara cicatriz, intentamos sacarla por el ducto que tenía la larva. Se empleó albahaca para hacerla salir por esa vía porque, como vive en la selva, se alimenta de vegetales, y la albahaca le animaría a salir al sentir su olor”, explicó Marchena.
La oftalmóloga explicó que las hojas de albahaca se colocaron en el cuello y alrededor del ojo del paciente y se frotaron para que su olor fuera más intenso.
Con eso, salió inmediatamente el gusano, pero fue difícil extraerlo porque al principio se escondía y después, cuando lo pudimos agarrar con la pinza, era bastante grande y hubo resistencia”, relató.
De no haber sido retirada la larva, esta podría haber originado un absceso cerebral o incluso causar la muerte al joven, procedente de la localidad de Pozuzo, en la provincia Oxapampa, ubicada en la selva central del país, dentro de la región de Pasco, según un comunicado del Ministerio de Salud (Minsa).
Marchena reveló que la larva creció en el interior del ojo después de que el adolescente sufriera la picadura de un mosquito, en cuyas patas llevaba huevos de mosca, y uno de ellos ingresó al ojo, “formando un enorme gusano”.
Esas larvas suelen presentarse en zonas del cuerpo como brazos y piernas y estas son retiradas con acetona por los afectados, pero es inusual que la larva se encuentre en el ojo”, destacó Marchena.
La doctora del INSN indicó que el paciente no ha sufrido daños permanentes en la vista a pesar de que la larva se alimentó de parte del tejido del ojo.
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