Hace 70 años que Eligio Ramos, un soldado estadounidense que combatió contra Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial, perdió su cartera y sus documentos después de haber pasado la noche en un establo austríaco. En aquellos años, los norteamericanos avanzaban como alma que lleva el diablo hacia Berlín y los nazis acechaban en cada casa, por lo que el militar decidió no darle mayor importancia y continuar su camino junto a su unidad.
Sin embargo, a pocas jornadas de que se celebre el 70 aniversario del final de la contienda, este combatiente (ahora de 91 años) ha recibido su billetera de manos de un europeo que la halló en la casa de su abuelo.
Tal y como afirman varios diarios internacionales como la cadena «ABC», el hombre que encontró este preciado tesoro fue Josef Ruckhofer, un médico de Salzburgo que halló la cartera bajo un tablón mientras limpiaba la granja de su difunto abuelo el junio pasado. En principio no le dio mayor importancia y creyó que no era más que basura pero, cuando se percató de la joya que tenía entre sus manos, revisó la documentación interior para tratar de descubrir a quién pertenecía.
Así descubrió que pertenencia a Ramos, un texano que se había resguardado una noche junto a su unidad en la granja de su abuelo en 1945. «La cartera tenía fotografías de su familia, de una mujer y de un niño, además de viejos sellos, pero no había dinero. Sabiendo que este año se conmemora el 70 aniversario de la fiscalización de la Segunda Guerra Mundial, creí que sería buena idea encontrar al dueño y devolvérsela. Eso, si todavía estaba vivo», señaló Ruckhofer en declaraciones recogidas por la cadena estadounidense «ABC» y el diario «Daily Mail»
En un principio, hizo una búsqueda a través de internet y de una guía telefónica de Texas. Sin embargo, no logró averiguar el paradero de Ramos. Con todo, lejos de rendirse amplió su búsqueda a todos Estaos Unidos y, finalmente, halló a su dueño en California. Para cerciorarse de que era él quien había perdido la cartera, le envió una carta con una copia de todos los documentos solicitándole que le llamara si era de su propiedad.
«Después de que pasara una semana, recibí un correo electrónico de su hijo. Este me confirmó que había encontrado al Eligio Ramos correcto y que su padre estaría muy contento si le enviaba la billetera», señala Ruckhofer. A su vez, su interlocutor le señalaba que todavía no había hablado con su progenitor (el único superviviente de su batallón) debido a que esta en el hospital pero que sabía que le haría mucha ilusión recibirla. Así pues, facturó un paquete con el tesoro y, probablemente, dio una alegría a este veterano.