Los habitantes de un edificio de departamentos en la ciudad rusa de Miass quedaron boquiabiertos cuando descubrieron al hijo de una vecina balanceándose peligrosamente en la ventana de su departamento en el octavo piso, publicó Excélsior.
De acuerdo con algunos testimonios, la madre había abierto la ventana de una de las habitaciones de su hogar para ‘dejar entrar un poco de aire’ en lo que ella preparaba algo de comer en la cocina.
Atónitos por lo que veían, los vecinos decidieron grabar los inocentes juegos del menor de edad a decenas de metros de altura y sin nada que lo detuviera de una probable caída, divulga el Daily Mail.
Al descubrir la temeraria actitud de su pequeño, la madre decidió llamarlo de vuelta a casa con la voz más suave que pudo por miedo a espantarlo y provocar su caída.
Tras meter a su hijo a la seguridad de su hogar y cerrar su ventana, la madre dijo haber pasado media hora llorando por la desgracia que, afortunadamente, no sucedió.