Más allá de la moda y de ser un objeto de culto y de consumo, la obra de Frida Kahlo permanece vigente a nivel internacional, y es gracias a nuevas investigaciones, curadurías y estudios en donde se presentan enriquecedoras formas de acercarse a su trabajo plástico.
Es el caso de Frida Kahlo: arte, jardín, vida es una novedosa muestra que se centra exclusivamente en el intenso interés de Kahlo por el mundo botánico, reflejado en sus bodegones y cuadros, comoAutorretrato con collar de espinas.
Más allá de la moda y de ser un objeto de culto y de consumo, la obra de Frida Kahlo permanece vigente a nivel internacional, y es gracias a nuevas investigaciones, curadurías y estudios en donde se presentan enriquecedoras formas de acercarse a su trabajo plástico.
Es el caso de Frida Kahlo: arte, jardín, vida, la primera exposición individual de la artista mexicana inaugurada el pasado 16 de mayo en el Jardín Botánico de Nueva York (NYBG).
Se trata de una novedosa muestra que se centra exclusivamente en el intenso interés de Kahlo por el mundo botánico, reflejado en sus bodegones y cuadros, como Autorretrato con collar de espinas y Colibrí (1940); Flor de la vida (1944); Naturaleza muerta con el loro y la bandera(1951); y Autorretrato dentro de un girasol (1954).
Además, muchos de los espacios del Jardín Botánico de Nueva York se transformaron para recrear el jardín de la pintora y parte de su hogar conocido como la Casa Azul, ubicada en Coyoacán, en la Ciudad de México.
La curadora e historiadora del arte, Adriana Zavala explicó en entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes que “la Frida que muestra la exposición no es la Frida que sufre de constante dolor, sino la Frida que disfruta y aprecia la naturaleza”.
Es por ello que Frida Kahlo: arte, jardín, vida no se centra en su biografía, sino en la forma en que la naturaleza se convirtió en un vehículo para manifestar sus ideas y su propio jardín se transformó en una expresión de su creatividad.
Como parte de las actividades alternas, los visitantes podrán aprender del México de Frida Kahlo mediante lectura de poesía, conferencias, objetos de inspiración mexicana, experiencias gastronómicas y talleres para niños.
La pintora mexicana se suma a figuras del mundo del arte y la literatura, como Claude Monet, Giverny, Emily Dickinson y Charles Darwin, quienes han contado con exposiciones en el Jardín Botánico de Nueva York.
Para Frida Kahlo esta ciudad tuvo un papel importante en su vida, pues fue en Nueva York donde presentaron una primera exposición en reconocida galería.
Rotundo éxito de Frida Kahlo y Diego Rivera en Italia
Apenas en febrero pasado la muestra Frida Kahlo y Diego Rivera, en el Palazzo Ducale, de Génova, Italia, cerró con éxito, luego de recibir más de 130 mil visitas en una ciudad de aproximadamente 700 mil personas.
Por primera ocasión se presentaron 120 pinturas, dibujos y fotografías de dos de los pintores más representativos de México del siglo XX en la exposición que formó parte de las acciones emprendidas por el Conaculta para fortalecer la presencia de México en el mundo a través de su arte y su cultura.
En el caso de la obra de Frida Kahlo se exhibieron obras como Diego en mi mente yAutorretrato en una flor de sol (pintado pocos días antes de su muerte, en julio de 1954), el corsé de yeso que usó durante una parte de su vida, así como pinturas sobre su aborto.
También se mostró su etapa formativa a través de trabajos tempranos, sus visitas a Tlaxcala y su etapa de estudiante, hasta llegar a la época en que Frida y Diego se conocen, se casan y realizan un viaje de trabajo por Estados Unidos.
La exposición sirvió para explicar a Frida Kahlo en el contexto interior del arte mexicano y su comparación con el trabajo de Diego Rivera, por lo que aportó aspectos diferentes a la exhibición de Frida Kahlo en Roma, donde 332 mil personas acudieron a la muestra en el Museo Scuderie de la Quirinale.
La muestra Frida Kahlo y Diego Rivera, en el Palazzo Ducale, fue organizada por la Fundación Palazzo Ducale para la Cultura, MondoMostre y Skira, con apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
La curaduría estuvo a cargo de la especialista Helga Prignitz-Poda, en colaboración con Christina Kahlo (sobrina de Frida) y Juan Coronel Rivera (sobrino de Diego).