La Cámara de Senadores aprobó un dictamen cuyo propósito es que las autoridades correspondientes promuevan la incorporación de contenidos de desarrollo sustentable, mitigación, adaptación y reducción de la vulnerabilidad al cambio climático y protección del ambiente, en los diversos ciclos educativos, especialmente en el nivel básico y en la formación cultural de la niñez y juventud.
En el dictamen, avalado con 66 votos, se expone la necesidad de que los mexicanos y mexicanas adquieran conocimientos, valores, aptitudes y la motivación que les permitan incidir decisivamente en la preservación y cuidado sustentable de la megadiversidad del país, en donde la educación ambiental desempeña un papel fundamental.
La reforma reconoce que la educación ambiental es una herramienta que tiene un impacto positivo, por lo que su reorientación hacia el desarrollo sustentable es fundamental: incide en el ámbito educativo formal y no formal, además de repercutir en la conducta, cultura, y estilos de vida de los ciudadanos, a favor de la conservación de la riqueza ambiental y la participación en la solución a los grandes problemas ambientales.
En el panorama internacional, el concepto de educación ambiental y su aplicación comenzaron a cobrar auge internacional con la celebración de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano en 1972. Posteriormente se dieron avances importantes como la creación de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
Esta Conferencia realizó un estudio sobre los impactos de las actividades humanas en el medio ambiente y con sus resultados se generó una serie de recomendaciones a la comunidad internacional. Su publicación en 1987 se conoce como el Informe Brundtland.
En 2002, como resultado del mandato de la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sustentable, celebrado en Johannesburgo, Sudáfrica, el Plan de Implementación de ésta recomendó al Secretario General de las Naciones Unidas la adopción de una Década en el tema la educación ambiental enfocada al desarrollo sustentable, a partir del año 2005, con el objetivo de integrar en todos los aspectos de la educación y el aprendizaje, los principios, valores y prácticas del desarrollo sustentable.
A nivel nacional, por otra parte, resalta la suscripción del Compromiso Nacional de la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, en marzo de 2005. Posteriormente se publicó e implementó la Estrategia de Educación Ambiental Sostenible, en la que se identificó el estado que guardaba el tema en el país y a partir de ello se establecieron una serie de estrategias y líneas de acción.
En este sentido, la meta nacional “México Próspero” del Programa Nacional de Desarrollo 2013-2018 incorpora el objetivo de impulsar y orientar un crecimiento verde incluyente y facilitador, que preserve el patrimonio natural, al mismo tiempo que genere riqueza, competitividad y empleo, y el fortalecimiento de la política nacional de cambio climático y cuidado al medio ambiente, para transitar a una economía competitiva, sustentable, resiliente y de bajo carbono.