Vicente Rojo muestra su tensión creativa como pintor y diseñador

  • Reúne unas 400 obras y explora uno de los ejes troncales del artista
  • Su trabajo produce, a la vez que enmarca, la visualidad moderna en México, afirman los curadores Cuauhtémoc Medina y Amanda de la Garza
  • Por primera vez exhibe la serie Casa de Letras, que comenzó a crear en 2012

La exposición Escrito/pintado, de unas 400 obras, que el sábado 23 Vicente Rojo (Barcelona, 1932) inaugurará en dos salas del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (Muac), explorala tensión y compenetración de las actividades principales del artista como pintor y diseñador.

Según los curadores Cuauhtémoc Medina y Amanda de la Garza –quienes trabajaron en colaboración con la diseñadora Marina Garone, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, desde su arribo a México, en los años 50 del siglo pasado, Rojo ha sido un creador múltiple: pintor, diseñador y editor.

Su trabajo produce, a la vez que enmarca, la visualidad moderna en México, afirman. Quizá la tensión más radical de su trabajo, además de la pasión ética que define su labor cultural e intelectual, ha sido la negociación entre el servicio social y utilitario del diseño editorial, y la defensa de la autonomía, opacidad y dificultad de la pintura.

Medina y De la Garza señalan que en gran parte de su carrera Rojo sostiene una diferenciación funcional y práctica con los ámbitos de pintor y diseñador en su trabajo, circunstancia que refrendaba la oposición entre lo utilitario y lo estético, lo social y lo personal, lo comunicativo y lo enigmático, el gesto y la letra.

Aunque esa voluntad de diferenciación hace de Rojo unparadigma de las alternativas modernistas en el mundo de habla española, es a veces suspendida a través de los puentes establecidos por la señal, la letra o el signo, motivos recurrentes en su producción.

En la primera sala se ofrece una visión histórica de unas tres décadas. Ahí se exhiben obras como Artefacto (1969), su mostrador de libros pintados, la lógica gráfica de series como Señales yNegaciones, en los años 60 y 70, lo mismo que su contribución a la historia del libro de artista –desde los Discos visuales que produjo para Octavio Paz en 1968 hasta sus experimentos recientes de no-textos como Novela (2007) yJaque mate (2011)–, configuran un espacio intermedio entre los campos estrictamente disciplinarios donde Rojo se desempeña.

De igual forma, continúan, en las múltiples colaboraciones que Rojo ha tenido con poetas, ensayistas y narradores –como José Emilio Pacheco, José-Miguel Ullán, Bárbara Jacobs, Miguel León-Portilla– ha puesto en constante tensión el vínculo entre la imagen y la letra, donde la primera conserva una determinada autonomía, al mismo tiempo que está ligada al tema y a lo enunciado por la letra.

Escrito/pintado aborda este eje troncal de la obra de Rojo y ofrece, a la vez, una excavación hacia el pasado y una presentación de obra reciente. Por un lado, reúne una selección de obras de diseño gráfico y editorial, libros de artista, series de escultura y pintura, así como dibujos que buscan desplegar la multitud de tensiones entre la letra y la pintura en su trabajo de los años 60 al presente.

La Jornada