Argentina se enfrenta al deseo de 18 millones de chilenos

Desde Alexis Sánchez al último taxista de Santiago, desde Michelle Bachelet al esquilador más despistado de Punta Arenas, desde Isabel Allende a cualquier minero de Arica, todo Chile, de norte a sur, de este a oeste, sueña con ser campeón de la Copa América por primera vez en su historia en casa y ante su gente. Hace un mes que los chilenos no hablan de otra cosa. La Roja lo copa todo. Sobre todo tras meterse en una final 28 años después y saber que su rival será Argentina, la Argentina subcampeona del mundo, la de Martino y Messi.

Claves. Las apuestas por Otamendi y Pastore, que ni siquiera estuvieron en Brasil, le dan empaque y juego, mientras que Agüero en vez de Higuaín le otorga fiabilidad. Incluso la obcecación por Di María tras su mal año ha resultado un éxito.

Los argentinos también tendrán el peso de la historia como mayor rival de esta noche. Hace 22 años, desde la Copa América de 1993, que no ganan un título en categoría absoluta, pues los JJ OO conquistados no tienen esa consideración al ser Sub-23. Sus dos últimas finales continentales, en 2003 y 2007, acabaron en derrota frente a Brasil, igual que sucedió con Alemania el año pasado en Maracaná en el Mundial. Ninguno de los muchos buenos jugadores que pasaron por la albiceleste en estos años pudo levantar un título que hoy se les presenta cercano a los actuales componentes de la selección.

Garay o Demichelis es la única carta que se guarda Martino, consecuencia de la gastroenteritis que impidió jugar la semifinal al del Zenit y que le ha hecho perder unos kilos muy necesarios para un partido de tanta trascendencia como el de hoy. Argentina juega contra once futbolistas, 22 convocados, 46.000 espectadores y 18 millones de chilenos. No es un partido más. Es el que decide cuál de los dos es el mejor de Sudamérica, si el que no lo fue nunca o el que lleva 22 años sin serlo. El balón dirá.

AS