El Madrid volvió a flojear. El todavía líder (por poco tiempo si el Barcelona gana al Rayo) flaqueó en San Mamés. No pudo ser más blando. Fue un equipo de pie flojo.
El Madrid no pudo estar más flojo en San Mamés. Su primera parte fue decepcionante. En la segunda intentó reaccionar y volvió a ser demasiado tarde. Perdió casi siempre en el cuerpo a cuerpo. Tampoco mejoró cuando tuvo la pelota. Vivió una tarde de muchas imprecisiones que facilitaron el trabajo defensivo de un aplicadísimo Athletic.
El Athletic disfrutó de su estado de euforia. Pareció que el que venía de jugar el miércoles era el Real Madrid. Le costó entrar en calor en un partido en el que hay que entrar encendido. Cuando quería tomar temperatura, recibió un golazo de Aduriz (26′). El delantero, en plena forma, se mantuvo en el aire y abrió el marcador con un tanto ‘made in Athletic’. El centro al área y el espléndido cabezazo del arieta vasco estaban cantados. Fue un gol de los que siempre hace el Athletic. De los que siempre le hacen al Madrid en San Mamés.
El Athletic marcó y le bastó con aplicarse. Al Madrid le pudo la ansiedad y que la Liga se pierde en tardes como la de hoy.
El Madrid volvió a regalar una parte. Luego ya fue demasiado tarde. El todavía líder se dio cuenta de que lo había en juego una hora después. El Madrid apretó tras el descanso. El Athletic aguantó los ataques. Le buscaron las cosquillas por arriba y por allí no se inmuta.
El plan de reacción de Ancelotti fue parecido al del pasado domingo. Comenzó entrando Jesé por Illarra. Luego se incorporó Lucas Silva por Kroos y Carlo tiró de Chicharito a diez del final. Los cambios estaban bien escritos.
El palo impidió el empate de Bale en un tiro desde su casa, aunque antes la madera también sacó un cabezazo de Aduriz. Ahí murió el Madrid en San Mamés. Fue a los leones y salió herido de graveda.
Agencias