Los atletas olímpicos han estado compitiendo ante escaso público en algunas sedes o ante asientos prácticamente vacíos en otras durante los primeros días de actividades en Río de Janeiro —un problema que puede ser rastreado hasta las largas filas en los puntos de acceso, los embotellamientos vehiculares y la falta de familiaridad con algunos deportes.
En las sedes de rugby y equitación se ven pocos aficionados, mientras que un duelo de voleibol playero del equipo brasiileño en la famosa Copacabana lució con muchas localidades vacías el domingo. Varios asientos solos estaban dispersos durante el partido de basquetbol del sábado por la noche entre China y una escuadra estadounidense llena de estrellas, por lo general uno de los máximos atractivos de los Juegos.
Los organizadores de Río señalaron que las largas filas en los puntos de revisión en las entradas de las sedes han entorpecido el ingreso a tiempo de los aficionados. La fila afuera del estadio de voleibol de playa se extendía a lo largo de la vía peatonal de Copacabana hasta los anillos olímpicos ubicados a varias cuadras de distancia, pese a que el lugar no ha registrado un lleno en ninguno de los partidos.
El portavoz del comité organizador, Mario Andrada, aseguró que el problema está siendo atendido y que espera que las filas avancen con mayor rapidez una vez que los Juegos cumplan su primera semana de intensas actividades.
“Esperamos que la mayoría de los problemas… hayan sido resueltos”, afirmó Andrada el domingo. “Eso no significa que bajemos la guardia… la seguridad en general sigue siendo nuestra principal prioridad, y seguiremos prestando atención”.
La seguridad no necesariamente es la única razón que estaría afectando la llegada del público. Cuestiones de logística suelen desacalerar las cosas durante los primeros días de unos Juegos Olímpicos.
El tráfico vehicular ha sido un serio problema, al grado de que el alcalde Eduardo Paes ha exhortado a los habitantes de Río a organizarse para compartir autos en sus actividades diarias hasta el 21 de agosto.
Andrada explicó que cerca de 82% de los cinco millones de boletos para los Juegos habían sido vendidos hasta el domingo. Aproximadamente 75% del público es brasileño.
Con la esperanza de impulsar las ventas, los organizadores abrieron a mediados de julio su portal para venta de boletos para el resto del mundo, lo que significó que los aficionados fuera de Brasil pudieron adquirir boletos a tafiras locales.
Respecto a los aficionados brasileños, están descubriendo otros deportes aparte de sus queridos fútbol y voleibol.
“Hemos notado que en ocasiones no saben cómo comportarse ante algunos eventos porque por mucho tiempo han sido aficionados (al fútbol)”, aseveró Andrada. “Y uno de los legados de estos Juegos es romper el molde del voleibol o el fútbol, a fin de que la gente valore otros deportes”.
Fuente: La Jornada