La emoción rebasó la razón de muchos aficionados que celebraron el primer título de los Cavaliers de Cleveland en la NBA, y con él, el fin de la maldición que no permitía a ningún equipo de la ciudad ganar algo. Lo anterior quedó en manifiesto con el insalubre festejo de un fan que comió heces de caballo.
Durante el desfile de los Cavs en su ciudad, un hombre presumió su ferviente amor al equipo y decide echarse a la boca los poco antojables bocadillos que los equinos iban dejando a su paso.
Las personas graban a este individuo con sus celulares, sin poder evitar la cara de sorpresa y desagrado que les provocó ver la acción de este sujeto.
Información de Agencias