Barras bravas de Wanderers y Colo Colo se enfrentaron en el campo de juego de Valparaíso sin que pudieran ser controlados por la seguridad privada del estadio Elías Figueroa.
Los futbolistas debieron retirarse a los camerinos cuando la cancha se vio invadida de simpatizantes de ambos equipos que se enfrentaban entre ellos.
Solo cuando la policía intervino se logró restablecer el orden, y para entonces el juez Enrique Osses ya había suspendido el inicio del cotejo.
También en el exterior del estadio se registraban violentos y graves enfrentamientos entre las barras. El hospital local recibió a varios heridos, uno de ellos por heridas de bala y otros de cuchillo.
Si bien la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP) debe pronunciarse oficialmente al respecto, como la seguridad corría por parte del local, Colo Colo no debería ser sancionado con puntos por los incidentes. Y dado que su escolta no sumó puntos, el cuadro albo terminó el Apertura con un punto de ventaja.
Información de: Cadena Noticias