Gignac trae la pólvora mojada

André-Pierre Gignac llegó a revolucionar la Liga MX y a infundir respeto en todas las zagas que se enfrentan a Tigres, ya sean del futbol mexicano o de la MLS en la Liga de Campeones de Concacaf, en los primeros días de marzo tenía una marca de 23 goles en 28 partidos para un envidiable promedio de .82 goles por encuentro, sin embargo; lo cierto es que algo está pasando con el artillero francés, informó Récord.

El seleccionado galo parece estar perdiendo ese ‘punch’ que mostró durante su primer torneo con los felinos, pues ya acumula 360 minutos sin ‘mojar’, y en los últimos cinco encuentros que ha disputado sólo ha podido festejar en una ocasión.

Luego de convertirse en el héroe de Tigres en los Cuartos de Final de la Concachampions, al marcar el gol con el que su equipo eliminó al Real Salt Lake y catapultó a su equipo a las Semifinales, comenzó su suplicio, pues esa fue la última ocasión que ‘incendió’ las redes enemigas.

El temible artillero perdió la brújula de cara al arco a partir de la Fecha 9, en el Clásico Regio, partido en el que sus movimientos e inteligencia bastaron para superar la marca de Rayados, pero de manera increíble falló un par de jugadas claras, una de ellas prácticamente sobre la línea de gol en la primera mitad y que pudo haber evitado la derrota por 1-0.

A la semana siguiente, en el duelo de felinos entre Tigres y Pumas, Gignac buscó a toda costa romper el cero, pero la figura de Pikolín Palacios lo dejó con las ganas de celebrar una anotación.

Tras dos jornadas sin fortuna de frente a la portería en la Liga MX, Gignac y Tigres viajaron a Querétaro para disputar la Semifinal de Ida contra Gallos Blancos en busca de mejor suerte, pero luego de 90 minutos, el marcador terminó 0-0.

La ‘malaria’ se mantuvo en la Jornada 11 del Clausura 2016, Puebla cerró los espacios a una de las delanteras más poderosas de México y volvió a dejar a Gignac con el grito de gol en el pecho.

La situación no sólo afecta la buena racha de una de las grandes figuras del balompié nacional, pues todo Tigres está ‘seco’ de cara al arco y no ha sido capaz de encontrar el gol en sus últimos cuatro partidos.