El diario El Gráfico publicó que en medio de dudas y cuestionamientos, el colombiano Juan Carlos Osorio llega al banquillo del Tri. Pero él está acostumbrado a los vendavales. Fue obrero de la construcción, ayudante en una cafetería y hasta “un estúpido” del futbol colombiano. Hoy tiene frente a sí la “gran oportunidad” y el mayor reto de su vida en el futbol internacional.
En Colombia aseguran que “México es una de las selecciones más prestigiosas del continente. Y con ese contrato, Osorio pasa a ser el entrenador colombiano con el cargo más importante en el exterior en toda la historia”.
Nacido en Santa Rosa de Cabal, hace 54 años, Osorio intentó ser portero a los 9 años y se volvió hincha de Millonarios de Colombia. Jugó como mediocampista con la Selección Sub 20 de Colombia. Y en 1981, cuando tenía 20 años, llegó al primer equipo del Deportivo Pereira.
No tuvo suerte como futbolista y se fue a Estados Unidos en 1985 a estudiar inglés. Y para sobrevivir tuvo que trabajar como obrero de la construcción y en una cafetería. Hasta que se vinculó al futbol, después de estudiar Ciencias del Ejercicio y Rendimiento Humano en la Universidad de Connecticut.
Ya con su título, Juan Carlos se fue a Europa y obtuvo la licencia de técnico de la Federación Holandesa. También terminó un posgrado en Ciencia del Futbol de la Universidad de Liverpool.
Es un estudioso obsesivo del futbol y tiene varias manías: una de ellas, la más notoria, es el uso de sus famosas libretas y sus apuntes en dos colores, el rojo para marcar los defectos y el azul para señalar las virtudes.
“Mi padre me enseñó que es mejor un lápiz corto que una memoria larga”, señaló al respecto el timonel.
ES UN ESTÚPIDO
Osorio “importó” elementos y métodos de trabajo que aprendió en cinco años de trabajo con el Manchester City, de Inglaterra, a donde llegó en el 2001, recomendado por Kevin Keegan, legendario jugador de los años 70 y 80.
Y eso le valió críticas muy fuertes, incluso de gente del futbol colombiano, como Luis Augusto García, también ex técnico de Millonarios, y en ese entonces vinculado al equipo cafetalero como accionista.
“Él es un animador, un recreacionista, un estúpido, pero director técnico nunca, porque jamás ha dirigido un equipo de futbol”, llegó a decir Luis Augusto de él, cuando la relación con Osorio se rompió.
Y la vinculación con Millonarios también: en el 2007, el DT regresó a Estados Unidos, pero como técnico del Chicago Fire y luego, al New York Red Bulls. Comenzaba a forjarse la historia de uno de los técnicos colombianos más ganadores de los últimos tiempos.
En la MLS fue campeón de la Conferencia Este con Red Bulls (luego perdería la final), en el año 2008.
FRACASO POBLANO
En 2012 llegó al futbol mexicano para relevar a Sergio Bueno en el Puebla. Traía buen cartel, pero fracasó: sólo disputó 11 encuentros. Consiguió dos igualadas, dos empates y siete derrotas. De hecho lo “renunciaron” cuando sumó su quinto revés consecutivo.
De vuelta en Colombia, logró un histórico tricampeonato con Atlético Nacional: dos campeonatos de Liga y una Copa Colombiana.
Esos antecedentes lo llevaron a uno de los grandes del continente, Sao Paulo, de Brasil, que apenas lo tuvo en sus filas 3 meses. Ahí lo llamó México, para cumplirle, por fin, el sueño de ser seleccionador nacional, algo que había aplazado en dos ocasiones.
VARIAS PROPUESTAS
En el 2011 tenía todo arreglado con la selección de Honduras, pero no quiso dejar inconcluso el torneo con Once Caldas. Y en el 2014 sonó para Costa Rica, pero no se concretó nada.
“Hay técnicos con una capacidad probada y sobrada. La madurez del ex técnico del Sao Paulo nos llama la atención, no solo en la parte futbolística, de estudio y preparación, sino también por el deseo, la ilusión y el compromiso que tiene”, señalóGuillermo Cantú, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol.
Así que este ex obrero de la construcción y “estúpido del futbol” llega al Tricolor enmedio de juicios y dudas de los críticos. El compromiso es claro: llevar a México al Mundial de Rusia 2018 y llegar al quinto partido.
Sin duda, será el mayor reto en la carrera de Juan Carlos Osorio, por el entorno que rodea al futbol mexicano, con gran poder económico, con asistencia frecuente a los mundiales (ha ido a 15 de 20), pero que no ha podido reflejarse en actuaciones sobresalientes.