Han pasado trece meses desde que Holly Holm destronó a la imbatible Ronda Rousey. Más de un año en el que la luchadora ha estado alejada de los medios centrada en su recuperación. Pocas apariciones públicas y mucho entrenamiento pensando casi exclusivamente en su combate del próximo viernes ante Amanda Nunes. Informó ABC Deportes.
La pelea será uno de los atractivos principales del UFC 207 y en ella se podrá comprobar el estado de la americana. Porque nadie sabe a ciencia cierta si la recuperación en la que tanto ha trabajado Rousey ha dado sus frutos debido al secretismo con el que ha llevado todo el proceso.
La luchadora se ha negado a aparecer ante los medios en los últimos días, lo que aumenta la incertidumbre en torno a su persona. Sin datos sobre su estado físico, los únicos que pueden dar alguna pista de su estado son los que más la conocen.
Kayla Harrison, medallista olímpica, solía compartir habitación con Rousey cuando la estrella de la UFC era judoca, cree que su espíritu competitivo le hará volver en plena forma. «No sé si habrá cambiado su mentalidad luchadora, pero antes cuando sufría una derrota, siempre volvía con un espíritu de venganza», reconoce Holmes a FOX Sports.
En tres días, la respuesta estará sobre el octágono, donde Rousey deberá demostrar si está o no lista para el regreso antes Nunes, una luchadora que le pondrá a prueba.