Llegando al Madison Square Garden con la encomienda de finiquitar la serie desde casa, los Knicks no decepcionaron a la afición neoyorquina y firmaron un aplastante resultado frente a los Celtics.
Logrando la cuarta victoria, los de Nueva York no se midieron y sellaron su clasificación a la final con un marcador de 119-81.
Con Karl-Anthony Towns liderando las acciones, los Knicks se impusieron rápidamente en el marcador, logrando una ventaja significativa que se fue ampliando con el paso de los minutos.
Por su parte, los Celtics batallaron para encontrar ritmo y efectividad, especialmente desde la larga distancia, terminado la primera mitad 64-37, yéndose abajo por 27 puntos antes del descanso.
Información tomada de El Imparcial
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