Ausente en el partido ante Chile, Lionel Messi hizo finalmente su debut en la Copa América del Centenario el viernes, jugando media hora y anotando tres goles en una victoria 5-0 de Argentina sobre Panamá que clasificó a los albicelestes a los cuartos de final.
Nicolás Ottamendi abrió la cuenta de cabeza a los seis minutos, Messi aumentó a los 68, los 78 (de tiro libre) y los 87, y Sergio Agüero cerró la cuenta a los 89.
Argentina, que le había ganado 2-1 a Chile, suma seis unidades contra tres de Panamá y la “Roja”, que a primera hora superó también 2-1 a Bolivia. Chilenos y panameños se jugarán la clasificación en el cierre de la primera ronda el martes, en que Argentina enfrentará a una Bolivia sin puntos, ya eliminada.
Panamá jugó una hora con un hombre menos por la expulsión de Aníbal Godoy tras recibir dos amonestaciones.
Para entonces Argentina ya tenía encaminada la victoria.
Seis minutos le bastaron para abrir el marcador. Los panameños se mostraron muy agresivos y cometieron numerosas faltas, incluida una de Blas Pérez contra Javier Mascherano cerca del área canalera. El tiro libre lo ejecutó Angel Di María y le sirvió balón a Ottamendi, que anotó de cabeza libre de marcas.
A pesar del gol tempranero, Panamá le jugó de tú a tú a Argentina y le dio pelea a fuerza de un gran derroche físico y bastante agresividad. Promediando el primer tiempo incluso exigió una esforzada intervención del arquero argentino Sergio Romero ante un remate desde 18 metros de Miguel Camargo.
El juego recio, sin embargo, le pasó factura a los canaleros, cuando Godoy fue expulsado al recibir su segunda amonestación por un manotazo en la cara a Nicolás Gaitán totalmente innecesario.
Panamá se quedó también sin Valentín Pimentel, que se fue lesionado en el primer tiempo.
Antes de que terminase el período inicial, se tuvo que ir lesionado Di María entre los argentinos.
El arquero panameño Jaime Penedo evitó la caída de su arco ante un bombazo de Gonzalo Higuaín, pero en términos generales Argentina no pudo reflejar en el marcador su dominio del terreno. Hasta que llegó Messi.
El estadio Gillette se vino abajo sobre la hora de juego, cuando se anunció el ingreso de Messi por Augusto Fernández.
El astro del Barcelona, que no jugó en la victoria ante Chile por molestias en la espalda, no tardó en hacerse sentir. La defensa panameña no pudo despejar un balón, hubo un rebote y la pelota le llegó al 10, que dio dos pasos y fusiló al arquero desde 15 metros. El gol produjo un estallido de júbilo en todo el estadio.
La ovación se repitió diez minutos después cuando Messi clavó un tiro libre de su sello en un ángulo.
Y otra vez a tres minutos del final, en que anotó en gran jugada individual desde el punto del penal.
El festín no había terminado. Dos minutos después, Messi hizo un pase largo, Eric Lamela bajó el balón y Agüero marcó el quinto.
Información de Vanguardia