Javier Hernández lanzó una amplia sonrisa a un grupo de personas que esperaba el arribo de la selección mexicana a su hotel en Panamá, informó El Universal.
El gesto del delantero del Bayer Leverkusen puede interpretarse como una señal de lo alentado que está México después de sorprender a su archirrival Estados Unidos en su feudo tras una prolongada racha de derrotas en esa plaza en partidos por las eliminatorias mundialistas.
Pese a que acusa algunas ausencias notables, entre ellas la de su delantero Carlos Vela que regresó a España tras la victoria ante los estadounidenses para esperar el nacimiento de su hijo, México llegó a Panamá al tope de ánimo y apuntando a una victoria que no obtiene aquí desde hace 16 años.
Después de todo, su timonel colombiano Juan Carlos Osorio está derribando barreras en esta eliminatoria en escenarios fuera de casa, en donde a México le había costado ganar en décadas.
Ambas selecciones se miden el martes por la noche en el calor y humedad de Panamá por la segunda fecha del hexagonal final clasificatorio al Mundial de Rusia 2018. Ambos vienen de ganar en sus respectivas visitas el viernes: México derrotó a Estados Unidos 2-1 y Panamá venció a Honduras 1-0.
Osorio tomó renovados aires con la victoria en Columbus, Ohio, en donde México había perdido sus últimos cuatro partidos eliminatorios por el mismo marcador de 2-0. Sin embargo, la felicidad completa del estratega colombiano depende de los tres puntos en Panamá.
“Si podemos ganar en Panamá, ahí sí daríamos un golpe duro sobre la mesa”, sostuvo. “Volveríamos a ser un equipo temido en la zona y que tiene las cosas claras que en esta eliminatoria no quiere pasar por las mismas penas”.
Aludió a la tormentosa ronda final del pasado Mundial en que México debió ir a un repechaje para buscar el boleto a Brasil, lo que consiguió ante Nueva Zelanda.
¿Saldrá México con el grueso o la misma alineación con la que ganó en Estados Unidos? Probablemente no, si se toma en cuenta que Osorio tiende a hacer rotaciones pese a las críticas. De entrada no podrá contar con Vela, quien generó comentarios favorables por su desempeño ante Estados Unidos aunque no metió goles; tampoco con el mediocampista Andrés Guardado (lesión muscular) ni el zaguero Carlos Salcedo, expulsado por recibir doble tarjeta el viernes.
No se descarta que salga con el portero Guillermo Ochoa en lugar de Alfredo Talavera, a quien se le vio algo nervioso en el arco; o que presente variantes en la delantera trayendo a Raúl Jiménez y Oribe Peralta. Ante Estados Unidos alineó a Vela, Jesús Corona y a “Chicharito” Hernández.
Panamá no podrá contar con su veterano central Felipe Baloy y el habilidoso volante Armando Cooper por acumulación de tarjetas, pero tendrá el regreso de su recuperado capitán y defensa Román Torres.
El técnico de Panamá, el colombiano Hernán Darío Gómez, probablemente variará su estrategia el martes en casa respecto a la que usó en Honduras y que le rindió frutos, con cinco volantes y un solo hombre en punta: Blas Pérez.
En la víspera, el “Bolillo” Gómez y Torres rompieron el protocolo y dieron declaraciones, en que resonaron las loas del estratega colombiano hacia el rival.
Gómez afirmó que México es el equipo más importante de la zona y que va a ir al Mundial.
“México jugando bien, mal o regular gana”, señaló.
Pero en realidad México ha tenido que transpirar bastante en sus partidos eliminatorios en suelo panameño, siendo su último triunfo aquí por 1-0 hace 16 años en las eliminatorias al Mundial Corea-Japón 2002. Después siguieron dos empates (1-1 y 0-0) en las eliminatorias a Alemania 2006 y Brasil 2014, respectivamente.
Sin embargo, Osorio parece que tiene la fórmula para conseguir victorias en plazas complejas: logró el triunfo en Honduras después de medio siglo sin poder hacerlo y se apuntó otro en Canadá luego de 23 años, en la anterior fase de las eliminatorias.