Como parte de una carrera que lo llevó hasta el Salón de la Fama del Béisbol, hay dos temporadas en las que Pedro Martínez fue casi intocable: 1999 y 2000.
El as dominicano ganó el Cy Young de la Liga Americana en su segundo y tercer año con los Medias Rojas de Boston, club con el que acumuló marca de 41-10, con 1.90 de efectividad y 597 ponches.
¿Cuál fue la clave? Su hermano Ramón.
Esas dos temporadas era como si Ramón fuese otro coach de pitcheo”, recordó Martínez el jueves en una conferencia telefónica. “Corríamos juntos, entrenábamos juntos. Esos fueron mis dos mejores años porque Ramón estaba allí”.
“Pude escuchar a Ramón, aprender de sus conocimientos”, agregó Martínez. “Ramón fue la clave”.
Martínez destacó la importancia de su ingreso a Cooperstown para el béisbol de República Dominicana y Latinoamérica. Siente que es un ejemplo para sus compatriotas, y dijo que unos 60 familiares y amigos viajarán desde su país para acudir a la ceremonia.
“Soy el primero (dominicano en el Salón de la Fama) en 32 años, y todos se sienten que son partícipes de esto”, apuntó. “Cuando Juan Marichal lanzaba no había muchos televisores, no se podían ver muchos partidos. Esto hace que esta sea una oportunidad única para República Dominicana”.
“Nosotros tuvimos que esperar 32 años para tener al próximo, así que es una enorme responsabilidad”.
AGENCIA MLB