La pregunta de todo aficionado al ver a un deportista mostrando sus tatuajes en plena acción, levanta la incógnita de ¿por qué se lo haría? o ¿Qué significará?
Los papales se han invertido y ahora es más raro ver a un atleta sin tatuajes que con ellos.
En todos los ámbitos podremos encontrar un ejemplo, quien no ha visto el tatuaje de Francesco Totti, jugador de la Roma quien luce en su brazo derecho la imagen de un gladiador, con quien se identifica.
La familia, es una de las principales fuentes de inspiración a la cual recurren. Los futbolistas Dani Alves y Nery Castillo llevan tatuada la imagen de su madre y padres en el brazo, o David Beckham quien hace honor a su esposa, hijos y vida o Messi que se tatuó para siempre las manos y nombre de su hijo Thiago y la cara de su madre en la espalda.
Sin duda, el tatuaje que lleva el ex boxeador, Mike Tyson, en su rostro es uno de los más llamativos en el mundo del deporte, otro que no se puede quedar fuera es el extravagante ex jugador de la NBA, Dennis Rodman.
Pero también puede ser por el gusto de un diseño, como el que presenta Kimi Raikkonen, piloto de F1; los logros deportivos no solo se quedan en el libro de las hazañas. Jason Terry decidió plasmar en su brazo el trofeo de la NBA tras la victoria de su equipo, los Dallas Mavericks, en la final, en 2011. También está el delantero chileno Mauricio Pinilla, que se tatuó su falló ante Brasil en el Mundial 2014.
Pero si alguien rompe con estos esquemas es Cristiano Ronaldo, jugador del Real Madrid, quien es considerado uno de los pocos deportistas que puede presumir de no portar ningún tatuaje, ya que el portugués, dona sangre y médula ósea como un servicio altruista.
Agencias