Tres intervenciones quirúrgicas y 12 meses después, Rafael Márquez Lugo sigue peleando y trabajando por dejar atrás la ruptura meniscal en la rodilla izquierda que lo alejó de las canchas, al grado de tenerlo en el umbral del retiro.
Este 1 de abril, Márquez Lugo cumplirá un año de la primera intervención que Rafael Ortega le realizara, pero que no resultó suficiente.
A la fecha, el capitalino sigue rehabilitándose. El dolor en la rodilla persiste, pero se aferra a la posibilidad de volver, aunque en charla con Medio Tiempo, reveló que está listo para dar un paso al costado, si este no cede.
– A un año de la lesión, ¿te sientes preocupado por el futuro?
“Sin duda que no ha sido sencillo, ha sido complicado este proceso de la lesión; más que preocupado, estoy consciente de que existe la posibilidad de que pueda regresar, pero también existe el riesgo de que ya no pueda por esta lesión, que no es cualquier cosa, fue grave y entiendo eso, sé que existe la posibilidad. Estoy agotando las posibilidades para que esto ceda, si no, se tomarán decisiones”.
– ¿Cómo ha sido este proceso de un año sin jugar en tu vida personal?
“Ha pasado algo muy curioso: mientras en lo profesional, esto ha sido una pesadilla con un año sin jugar, tres operaciones, hemos hecho de todo para estar bien, trabajos a doble turno y ha sido complicado no poder regresar; por otro lado, en mi vida personal vinieron cosas muy buenas: nació mi hija y me casé.
“Ha sido medio contradictorio porque en mi vida personal me siento contento, estoy en una de mis mejores etapas, disfrutando el regalo de Dios que es mi hija, y eso me ha ayudado a estar positivo y de buenas, de que no me gane el cansancio mental, la vitamina que me ha inyectado mi hija ha sido clave para que venga con buen ánimo y siga trabajando”.
-¿Estos contrastes han sido una preparación para cualquier decisión que haya qué tomar?
“Ya lo he venido valorando, esto viene desde hace tiempo, siempre he planeado y visualizar lo que viene, me preparo para esto, adquiriendo herramientas para lo que viene. Si bien termina una carrera, en la vida estás empezando a los 34 años. Me quedan muchas cosas y no me desespero”.
-¿Estás listo para el retiro?
“Ha sido un tiempo muy largo, no me ha tomado por sorpresa. Vamos a cumplir un año y ha sido un largo rato para digerir, pensar en todos los escenarios, estar consciente de las posibilidades e irnos preparando para lo que pueda venir, aunque tengo fe en que me alcance a recuperar para jugar uno o dos torneos más”.
– En este proceso, ¿de tu parte quedan deslindadas responsabilidades?
“En cuanto al proceso quirúrgico, me operó el mejor doctor de rodilla que existe, ‘Rafa’ (Ortega) me ha hecho cinco operaciones (…), fue una lesión que se me hizo a través de mucho tiempo, vino a detonar en Chivas pero se agravó de tantos años. En rehabilitación hemos probado de todo con Jorge Roach, quien se ha vuelto también mi sicólogo y amigo, tenemos un año compartiendo mañana y tarde, no sólo es el trabajo en Verde Valle, también hemos hecho alberca, bicicleta, nos vemos en las tardes para trabajar y ha sido rehabilitador de tiempo completo, no solo en lo físico sino en lo mental, también ha sufrido conmigo volver a operarse, empezar de cero”, sentenció.
[MEDIOTIEMPO]