Un 7 de diciembre de 1997 la alegría invadía a Cruz Azul con todo y sus aficionados. Corrían los últimos minutos del encuentro ante León cuando el silbante marcó la pena máxima a favor de los celestes por una salida de Ángel David Comizzo en la que se llevó a Carlos Hermosillo y de paso le dio una patada en la cara. El grandote de Cerro Azul comenzó a sangrar y el final fue épico, informó Mediotiempo.
El mismo Hermosillo tomó el balón, disparó y los corazones azules explotaron al grito de gol, minutos después de esto el árbitro Arturo Brizio silbó el final y la Máquina cementera daba la vuelta olímpica en el antes llamado Estadio Nou Camp, casa de la Fiera.
Después de ese día todo cambió. La afición cementera no ha vuelto a celebrar un campeonato de Liga.
Las pocas alegrías se reducen al título de la Copa MX en el Clausura 2013 al vencer al Atlante 4-2 en penales.
En ese mismo año, el 26 de mayo fue una pesadilla para Cruz Azul. Disputaron la final del Clausura 2013 ante América y a punto de romper la “maldición” de subcampeón que acompaña al equipo desde aquel 1997. Entonces llegó Muñoz a rematar un tiro de esquina y ante un desvío de Castro el encuentró se empató y posteriormente en penales, Layún conviritió el gol del título americanista.
Un balde de agua fría que volvió a ahogar las ilusiones cementeras.
En el 2014 llegó la última felicidad con el título de Concacaf al empatar a uno con Toluca y hacer válido el gol de visitante para proclamarse ganador.
Cruz Azul lleva 19 años sin levantar el título de la Liga MX, su museo colocado en la Noria sigue esperando un ídolo que ocupe su lugar junto a Hermosillo y sus aficionados han tenido que soportar la burla, memes y la llamada maldición de la “Cruzazuleada”.