Las palabras hirientes se acabaron y en la conferencia terminó de paso la polémica que había surgido en la semana entre el entrenador Nacho Beristáin y el peleador Marco Reyes con Julio César Chávez Jr. y su padre.
Beristáin y Reyes ofrecieron disculpas por sus comentarios, los cuáles aseguraron que se malinterpretaron, y mostraron sólo respeto por la familia Chávez, aunque en el ring, las cosas serán distintas, cuando choquen el sábado en el Don Haskins Center de esta ciudad.
Reyes comentó en la semana que el Junior era una mala imitación del padre, pero aseguró que lo que quiso decir es que trataba de imitar a su padre sin poder usar una de sus mejores cualidades, como lo es el alcance. Beristáin comentó también que el problema del sinaloense era más personal que en su esquina. Pero eso quedó en el pasado.
“La presencia de dos peleadores mexicanos arriba del ring de alguna manera garantiza un gran espectáculo, yo creo que va a ser una gran pelea. Quería hacer una pequeña aclaración sobre Julito Chávez, el padre de él, que soy su fanático número uno y lo respeto, se hizo por ahí una mala interpretación de una declaración, quiero de alguna manera que quede bien claro nunca nos expresamos mal de Julito, a quien conozco desde niño y siempre lo he respetado”, apuntó Beristáin, lo cual fue secundado por el ‘Dorado’ Reyes.
Tras escuchar las palabras de Beristáin, Julio César padre agradeció sus palabras, pues estaba listo para entrar al toma y dame verbal en la conferencia. “Lo bueno que don Nacho ya se retractó, estaba dispuesto a echar unos chinga…, pero bueno, la verdad estoy contento por el entrenamiento que ha hecho mi hijo y espero que este sábado pueda salir con la mano en alto y demostrarlo”, señaló el legendario JC.
ESPN