El Real Madrid solventó con nota la complicadísima prueba del Sánchez Pizjuán. Cristiano tiró del carro y con un hat-trick, otro más en su carrera como jugador blanco, difuminó el efecto casi traumático en el madridismo del 0-8 del Barcelona en Córdoba. Es decir, que la situación está igual, aunque con una jornada menos. En la jornada 35ª, a falta de tres para el final de Liga, la diferencia entre el Barça y el Madrid es de dos puntos.
El Sevilla plantó cara, y mucha. Tras los dos primeros hachazos de Cristiano, Bacca de penalti, en el descuento antes del descanso, metió presión a los de Ancelotti, empuje más que intimidatorio que se intensificó en la segunda parte, justo hasta que Cristiano firmó el hat-trick, con otro gol de cabeza, soberbio, a pase de Bale.
Sin embargo, el tanto de Iborra, en el minuto 79′, volvió a avivar los rescoldos del equipo de Emery y en la grada, que empujó a su equipo hacia el empate, que no llegó casi milagrosamente, con el Madrid defendiendo como gato panza arriba.
Agencia AS