El Maestro Carlos Reinoso no ha perdido el toque. El Veracruz tampoco. El comienzo del Apertura 2015 fue explosivo y prometedor.
Pero fue un 2-0 suficiente para devolverle la alegría a la afición que llenó el graderío del Estadio Luis de la Fuente.
La gente del Veracruz ya no quiere sufrir en la tradicional lucha por evitar el descenso, sino volver a probar las mieles del torneo pasado, con puntos cosechados con base en buen futbol.
Reinoso y sus escualos volvieron a su vieja usanza.
Dominaron los jugadores de las Chivas desde el comienzo, exigiendo a un cuadro bajo que lucía duro.
Ahí apareció la figura de Rodríguez hasta en tres ocasiones para así evitar que la cosa se complicara muy temprano.
Se emparejaron las cosas y poco habrá que recordar de ese primer tiempo tras las llegadas escualas. Mucho Tiburón para unas Chivas sin brújula en un partido con mucho calor. Ambos equipos hicieron una pausa para hidratarse.
Sin embargo, del guadalajara se puede destacar un par de disparos de Marco Fabián que desvió Melitón Hernández arriba del arco luego de una melé y un tiro de Omar Bravo a la horquilla.
Mención aparte merece la discusión del director técnico visitante, Chepo de la Torre, que paró el juego por una luminaria que se apagó y que, a su parecer, impedía la buena visión del portero.
Cuando el duelo seguía en el bache en el complemento, Reinoso tuvo el tino de mandar a Daniel Villalva a la cancha. Y sí, Keko revolucionó a sus compañeros, tanto que cayó el gol breves instantes después.
Juan Albín aprovechó un centro pasado de Fernando Meneses, al que no llegó Furch, para rematar y por fin vencer a Rodríguez. El festejo no se hizo esperar en las tribunas al minuto 61.
Con la motivación a tope, el Veracruz siguió insistiendo, y ocho minutos después Furch se reencontró con el gol en casa, tras el cobro de una falta de Édgar Andrade, que remató de forma efectiva para poner lejos la pelota de la estirada del portero.
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