Con un suspiro de decepción, así fue la manera en que reaccionaron no uno, ni dos, varios elementos de la Agencia Estatal de Investigación y agentes del Ministerio Público de la Fiscalía Zona Centro, cuando hasta sus oídos llegó el rumor de que su actual jefe, Carlos Mario Jiménez, permanecerá como fiscal de Distrito al menos los primeros 100 días del próximo gobierno estatal de Maru Campos, esto hasta que la futura Gobernadora y su equipo encargado del tema de la seguridad, decida quiénes serán los Fiscales que tengan que salir al quite en un asunto tan sensible para la ciudadanía de Chihuahua.
Y aunque los inconformes agentes de la FGE que no ven la hora en la que Carlos Mario haga sus maletas, tienen la esperanza de que así sea y que el actual Fiscal de la Zona Centro no brinque de administración a administración, lo cierto es que también temen que el mozuelo en mención logre convencer a Maru y a los suyos, lo que lo haría permanecer en el puesto como ya lo hizo con los exgobernadores Reyes Baeza y César Duarte, tiempo después resucitado por Javier Corral, ese grupo de integrantes de la Fiscalía están temerosos de que este sexenio también lo logre. ¿Será?
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Hablando del todavía gobernador Javier Corral, en cuestión de soledad y desprecio, es en lo único que superó a su némesis, César Duarte, y chance también en corrupción, pero eso estará por verse después del 8 de septiembre. Pero en lo que sí es palpable es en lo solo que se despide de su (des)administración de cinco años -imagínense si hubieran sido seis, como es la costumbre-, en serio que ni el ballezano estuvo tan abandonado en sus última semanas de gobierno allá por 2016, pero Corral sí, y para muestra sus Informes de Gobierno en Ciudad Juárez y Chihuahua, en los que diputados locales, magistrados y alcaldes le hicieron el feo, vaya, se trató de reciprocidad pura, pues a sabiendas que ya se va y el poder se acaba, los susodichos lo están tratando como él lo hizo durante cinco años. Amor con amor se paga.
Es así que ante la soledad y el desprecio, a Corral no le queda de otra que echarse porras a sí mismo, como si se tratara de un gobernante excepcional, cuando lo cierto es que no es lo mismo ser legislador plurinominal durante más de dos décadas y de repente te toque la tarea de administrar. Pero es de sabios aceptar la crítica e intentar una vuelta de timón. Él nunca lo hizo, y hoy se le agota el tiempo en Palacio de Gobierno, de donde saldrá como el gobernador más denostado porque aquellos que confiaron en su proyecto, que no era otro que encarcelar a César Duarte.
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La tardía reacción del Gobierno del Estado y su Coordinación de Protección Civil ante la tormenta que azotó la capital, se trató de un resumen de lo que fue la administración que ya se va: concentrados en burocracia y vendettas personales, la ciudadanía fue relegada a segundo plano. Tuvieron que pasar horas para que atendieran el caos que se suscitó en poco tiempo, afortunadamente existen corporaciones municipales que salieron al quite, tal y como ocurrió en los últimos cinco años, porque si no, el resultado hubiera sido mucho peor.
Para muestra es que el gobernador Javier Corral, fiel a su costumbre, hizo mutis ante el caos, ni un mensajito pues, ah pero no se tratara de grilla o de César Duarte, porque ahí sí hubiera estado muy activo en la red del pajarito que tanto le encanta, No así la gobernadora electa, Maru Campos, quien durante la madrugada utilizó sus redes sociales para llamar a la calma, a la solidaridad y al reconocimiento de las autoridades, las de a pie, que se fajaron ante la crítica situación que vivió Chihuahua capital.
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Otro que no haya qué hacer para mantenerse como dirigente del PRI Estatal es Alex Domínguez, a quien por hacerle el caldo gordo a Javier Corral en el 2018, cuando Maru Campos se reeligió como alcaldesa de la capital, se aventó la jugada de interponer una denuncia en contra de la hoy gobernadora electa, misma de que la que se agarró el todavía gobernador para intentar hacerle la vida imposible a su sucesora. Es en ello en lo que el todavía dirigente priista está pagando su penitencia, así que después de su peregrinar con exgobernadores tricolores y exdirigentes del otrora partidazo, ayer Domínguez partió hacia la Ciudad de México bastante filósofo ante la duda de qué le depara su futuro político. Y es que nunca nos cansaremos de repetirlo: el karma es muy, muy canijo.
Pero mientras sean peras o sean manzanas, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI de reunió con otros liderazgos tricolores para irle dando forma a la renovación de los Comités Municipales.
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Source: Columna