De nueva cuenta, ayer algunos grillos se pusieron a rezar y otros se lamieron los bigotes, ante el fuerte rumor que salió de los pasillos de la Fiscalía General del Estado, de que en las próximas horas, a más tardar la siguiente semana, comenzarán a ejecutarse una serie de órdenes de aprehensión que tienen que ver con el desfalco que la administración del exgobernador César Duarte aplicó al erario de Chihuahua, es decir, la Operación Justicia que arrancó el gobernador Javier Corral en el 2017, volverá a reactivarse después de la pandemia, y aunque desde hace dos semanas andan como Pedro y el lobo, los más enterados y que conocen los archivos del duartismo, afirman que esta vez el lobo sí aullará y Pedro tendrá que salir corriendo o esperando que lo lleven a alguna celda del CERESO de Aquiles Serdán.
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Así que hablando del actual gobierno estatal que encabeza Javier Corral, cuya bandera ha sido la lucha contra la corrupción desde que asumió en octubre del 2016, es esa situación lo que podría catapultarlo al escenario nacional a partir del año que entra, cuando deje las riendas del Gobierno del Estado. Y es que eso no lo dicen solamente los locales o los panistas que lo apoyan, lo afirman de diversos colores que van desde el naranja hasta el amarillo, y es que los recientes encuentros entre gobernadores que se oponen a las políticas del actual gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, han arrojada también escenarios a futuro, pues los góbers que se reunieron en Tampico, Tamaulipas el viernes pasado, sin importar colores o partidos políticos, claro, con excepción de que no fue alguno de Morena, han puesto sus ojos en los gobernadores de Chihuahua y Jalisco, Javier Corral y Enrique Alfaro, como parte de esa oposición “no partida” para enfrentar a Morena en el 2021 y también en el 2024.
Tanto, que incluso el góber jaliciense no ve mal a su homólogo chihuahuense liderando un proyecto en común, y como esas reuniones interestales continuarán en las próximas semanas, chance y la 4T les dio una tremenda idea a sus “opositores”: organizarse y realmente crear la BOA.
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Ya que mencionamos a la oposición y a la 4T, quien advirtió de que podría venirse un aumento en los impuestos o la creación de otros nuevos por parte del gobierno federal, como ya sucedió con el IVA a las plataformas digitales, es el senador del PAN, Gustavo Madero, el cual exhibió que al contrario de que lo dice Andrés Manuel López Obrador desde el púlpito de sus mañaneras, de que la recaudación pública subió, lo cierto es que el documento presentado por el legislador panista muestra otra realidad, señalando que los ingresos presupuestarios cayeron -3 por ciento anual entre enero y mayo; los ingresos petroleros tuvieron una caída del 47 por ciento y tan sólo en mayo, los ingresos cayeron 23 por ciento y los petroleros 65 por ciento, mientras que los tributarios un 14 por ciento, así que o pura verborrea del tabasqueño o de plano él tiene otros datos, como suele suceder en su realidad alterna. Y la pregunta es, ¿de dónde sacarán el dinero para regalar y comprar voluntades disfrazadas de apoyos sociales?
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Los que siguen tirándose hasta con la cubeta, y eso que dicen velar por la misma causa de la dizque izquierda, son el exdirigente estatal de Morena y exfuncionario estatal, Víctor Quintana, y quien lo sucedió en el cargo al frente del Comité Directivo Estatal de ese partido político, Martín Chaparro. Resulta y acontece que Quintana argumenta que el proceso de expulsión que le llevaron a cabo bajo la dirigencia de Chaparro, traía y trae bastante truco, por lo que ya se analiza en la Comisión de Honor y Justicia, pero si por algún motivo ahí no le dan la razón al morenista que trabajó en el gobierno azulado de Javier Corral, Quintana llevará su caso hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pues aún tiene fe de que si Morena no lo postula por la gubernatura, lo hará para algún otro cargo público en el 2021.
Source: Columna