Para que no haya cabo suelto y darle los últimos toques a lo que será el mayor evento de la gobernadora Maru Campos desde que tomó protesta como jefa del Poder Ejecutivo Estatal, ayer la Góber convocó a los integrantes de su Gabinete a una reunión en Palacio, pues hoy a las 11 de la mañana, Maru presentará ante los líderes de los diversos sectores de la sociedad chihuahuense su Plan Estatal de Desarrollo, con estrategias y metas que fueron establecidas en las últimas semanas, las cuales sirvieron para ir tanteando las aguas de lo que serán los próximos cinco años y medio que le restan al sexenio de la primera mujer que gobierna el Estado Grande, así que para que no existan fallas y todo quede a pedir de boca, ayer se dieron cita los titulares de las diversas dependencias estatales, quienes acudieron al llamado de la jefa, y es que si después de la presentación del PED 2022-2027, no hay apretón de tuercas por parte de aquellos que andan en la cuerda floja, ahora sí vienen los inevitables cambios, enroques y hasta salidas del Gabinete.
Y es que a casi seis meses de que Maru Campos tomó las riendas del Gobierno del Estado, ella sabe muy bien de qué pie cojea su administración y también cuáles son sus fortalezas, y aunque su mano sobre el Ejecutivo Estatal trae un balance positivo, existen engranajes que no terminan por encajar, así que ya están advertidos, si la chamba no se hace, las puertas de Palacio están muy grandes.
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Es así que en medio de la reunión de Gabinete a la que citó la gobernadora Maru Campos, el que se dio cita en el Congreso del Estado como muestra de buena voluntad y excelentes relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, fue el secretario General de Gobierno, César Jáuregui Moreno, esto como parte de la apertura del segundo periodo ordinario de sesiones, a donde también acudió la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández, con quien los diputados locales, en especial la presidenta del Congreso, Geo Bujanda, traen en la mira la reforma judicial, pues tal como le adelantamos, es preciso, justo y necesario, que el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, se sacudan de una vez por todas las tristísima sombra que dejó el corralato.
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Hablando de situaciones tristes, quienes ya no pudieron con su desesperación y hasta decidieron tronar contra los diputados locales que accedieron a apoyarlos cuando se sintieron defraudados, son los afectados por ARAS que tenían la esperanza que desde la mesa interinstitucional que crearon en el Congreso del Estado, existiría presión para que la empresa les devolviera el capital invertido, luego de las casi cuatro mil querellas por presunto fraude en contra de esa consultora de inversión y su CEO, Armando Gutiérrez. Sin embargo, el caso está tan complicado en el aspecto jurídico, pues los afectados firmaron con consentimiento, que probar que se trató de un fraude es prácticamente imposible, razón por la que las investigaciones y el procedimiento legal ha estado atorado desde que se reventó la liga de la supuesta estafa. Así que como dicen los malosos que se jactan de ser duchos abogados: es más probable que les regresen su dinero si le piden a Dios, que si se lo piden a las instituciones.
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Donde sí quedó demostrado que los milagros existen, aunque no es otra cosa que trabajo, esfuerzo y coordinación, es lo que ocurrió en Cuauhtémoc. Y es que el municipio manzanero, de venir de lo peores cinco años de su historia, en donde las balaceras y asesinatos se convirtieron en el pan de cada día, resulta que durante todo el mes de febrero no se cometió un sólo homicidio doloso. Como lo lee. Tras el regreso del panista Beto Pérez como alcalde por tercera ocasión, y tras el terrible fracaso del morenismo en ese municipio, Cuauhtémoc puede presumir que de ser uno de los 50 municipios más violentos del país en los últimos años, pasó a tener saldo blanco, razón por la que ayer no cabía de contento el alcalde Beto Pérez y por supuesto, la gobernadora Maru Campos.
Source: Columna