Lo que era un secreto a voces y trascendió aquella noche del jueves 1 de abril del 2021, cuando el juez Samuel Uriel Mendoza vinculó a proceso a la hoy gobernadora Maru Campos por la mentada “nómina secreta” del exgobernador César Duarte, de que el juzgador en mención estaba siendo presionado más que un globo en plena feria por el entonces gobernador Javier Corral, resultó ser muy cierto y ya hay hasta una confesión por parte del juez Mendoza, a quien no le quedó de otra que revelar que Corral y sus achichincles lo traían cortito para vincular a proceso a la entonces candidata del PAN a la gubernatura, con la intención de descarrilarla y generar que los votantes tuvieran aversión a la hoy jefa del Poder Ejecutivo estatal, pues ya sea por ignorancia del proceso penal y porque el chisme a veces tiene más fuerza que la realidad, suponían que con la mera vinculación a proceso tenían para tumbar a Maru, nada más lejos de ser cierto, ya que para dejar sin derechos políticos a un ciudadano es necesaria una sentencia, no una vinculación a proceso, misma que Corral supuso que sería suficiente para derrocar a su odiada Maru y dar impulso a su gallo, el morenista Juan Carlos Loera.
Pero ni una cosa ni la otra le resultó a Javier Corral, quien desde semanas antes de aquel 1 de abril alardeaba con vincular a proceso a Maru y por ende derrumbarle sus intenciones de ser gobernadora de Chihuahua. Delante de políticos, empresarios y hasta del entonces delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Luis Serrato, el ardido exgobernador afirmó que vincularía a proceso a Maru Campos, como si de él dependiera el Poder Judicial, y sí, en aquellos días eso sucedía, por eso el juez Samuel Uriel Mendoza obedeció a don Javi y a pesar de que no existían pruebas suficientes la vinculó a proceso, confiados que con ello, los ciudadanos le darían la espalda a Maru, pero oh sorpresa para el entonces (des)gobernador, cuando el domingo 6 de junio del año pasado, más de 576 mil chihuahuenses votaron por quien hoy es la Gobernadora del Estado… lo que queda demostrado que quien obra mal, que le pregunte a Corral.
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Por cierto, y continuando con Javier Corral, bien dicen que quien calla otorga, y tal parece que el exgobernador se fue por ese camino, pues mientras se la pasa tuiteando hasta lo que no le preguntan, o aquella reacción inmediata cuando AMLO le aplaudió, de lo anteriormente descrito ni pío hizo, a sabiendas que el señor se sintió durante cinco años el rey del mundo, un rey bastante pequeño, que ni con todo el poder de entonces pudo lograr su cometido. Y es que si JaviCo es tan espiritual y puro como dice, también debería saber que el karma es canijo, no se le puede burlar ni hacerse el hipócrita, chance ya se dio cuenta allá donde se encuentre don Javi.
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Y a los que nomás no puede alcanzar el karma es a los directivos de Aras, pues mientras la Fiscalía General del Estado apenas va, ellos ya vinieron, se pasearon y hasta se burlaron de las autoridades, tanto federales como estatales, ya que por más que les busquen, no les logran demostrar fraude alguno en sus operaciones, aunque esté a la vista, dicen muchos. Lo cierto es que mientras eso sucede, ellos siguen en su cuento de que sí pagarán, quién sabe cuándo, pero de que pagarán, pagarán, al menos eso dicen los que están dentro de las entrañas de un monstruo financiero que utilizó todas las lagunas legales para que lo sucedido a sus inversiones haya sido inmoral, contra toda la ética si se quiere, pero no ilegal.
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Los que son el Aras de la basura, es la empresa Klifer, que nomás no da una y otra vez volvió a quedarle mal al Municipio y a los ciudadanos de las colonias donde tiene la concesión para recolectar los desperdicios, vaya, la historia de nunca acabar con Klifer, a cuyo dueño le han lanzado ultimátums tras ultimátums, pero ahí sigue dejando la chamba tirada, pues no cumple con sus empleados, ni con el Ayuntamiento, ni con los ciudadanos. Un fraude más en el negocio de la basura.
Source: Columna