La pista del dinero-Más reuniones de transición-El arma financiera-Morenos divididos

“FOLLOW THE MONEY”, dicen los gringos cuando es necesario regresar a lo básico en materia de cualquier investigación, sobre todo en materia de corrupción, desfalcos, fraudes y todos esos negocios truculentos donde se involucra el cochino pero necesario dinero. Pues bueno, hoy es posible saber, de entrada sospechar, que alguien en Morena se está metiendo un lanononón (así, textual) con cargo a las campañas electorales pasadas y colocando de verdaderos chivos expiatorios a candidatos y uno que otro diputado(a) electo(a).

Pero vámonos por parte como diría Jack. Resulta y resalta que nos contaron lo malosos cuyos pechos no son bodega, que todo apunta a que en el seno de la campaña de Juan Carlos Loera por la gubernatura, decidieron asumirse como los informantes únicos ante el INE en materia de gastos de campaña, para supervisar que no se cometieran errores por parte de los manejos financieros de los 22 candidatos a diputados que postularon juntos o por separados Morena, PANAL y PT por cada uno de los distritos electorales locales.

Peeeeeeeero, a la hora de que se presentaron los informes ante el INE, aparecieron que varios candidatos reportaron ingresos y gastos que rondan los 800 mil, 900 mil e incluso poco más de un millón de pesos. Quizá se gastaron más, pero al INE le reportaron eso y en sus cuentas bancarias apenas hubo un manejo real de 200 mil, 300 mil o si mucho 400 mil pesos.

El resto de esa lana nunca entró en las cuentas de los candidatos, pero en la campaña de Loera decidieron reportarla y ahora los suspirantes que enarbolaron las banderas de Morena, PANAL y PT, juntos o por separados en los distritos locales, tendrán que quedarse chitones o denunciar que los están utilizando para simular gastos de campaña que no hicieron, y que en el mejor de los casos se ejecutaron en la campaña a gobernador, aunque más bien sucedió que alguien se los birló para su bolsa personal.

Ahí en esa pelotera están las candidaturas de Benjamín Carrera, Edin Estrada, Joaquín Solorio, María Antonieta Pérez, Nora Agüero, Rosalva Ramos, Amelia Ozaeta, América Aguilar Gil y Rubén Castañeda, a quienes les están cargando gastos que rondan el millón de pesos y definitivamente ellos nunca los ingresaron en sus chequeras de campaña. Sería más que interesante conocer, por ejemplo, la reacción del clan de los Aguilar en el PT, quienes recibieron un machetazo a caballo de espadas en la especialidad de la casa en eso de birlárselos con una marmaja que nunca vieron ni utilizaron, pero que tendrán que asumir la responsabilidad legal como si la hubieran tenido.

Y para todo esto no hay que ser un genio, dijo ayer un maloso, solamente es ir a escudriñar lo que Morena está reportando al INE y que es público gracias al sistema de transparencia de su plataforma de fiscalización en https://fiscalizacion.ine.mx/web/portalsif/local_campana_pec_2021. ¡Nombre, unos genios!

Y es que los informes financieros, a la vista de todos, exhiben a Morena como el partido más gastalón del pasado proceso electoral. En un dos a uno está frente al PAN en el rubro de los gastos reportados por las 22 candidaturas a diputados locales, y de ahí para abajo el resto de los partidos, cuyos informes no pinta. Así que en Morena o son demasiado transparentes para hacer chanchuyos o de plano pusieron a un chaval inexperto a contar los chelines que decidieron desaparecer como si se tratara de llevar la cuenta de una tiendita de abarrotes chirulera de colonia popular.

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CON TODO Y que las impugnaciones de Juan Carlos Loera, el candidato perdedor a la gubernatura, así como de sus huestes morenistas, pretenden patear el bote de la transición gubernamental como el pago de favores al gobernador Javier Corral, a quien por cierto, y basta con darse un clavado a la pasada campaña electoral, Loera jamás utilizó la pésima administración corralista para golpear al PAN y a su candidata, pues aquí en Chihuahua se vivió el mundo al revés, con Corral como neomorenista. Sin embargo, con todo y esos berrinches legales que se aventaron el aspirante que perdió y los abogados de Morena, en el Gobierno del Estado, empezando por el secretario General Luis Fernando Mesta, se dieron cuenta que por más que le buscaron aplazar la transición, ni las impugnaciones pudieron trabarla, así que el show debe continuar, a pesar de que los payasos se nieguen a abrir el circo, por lo que la próxima reunión entre los afligidos funcionarios estatales y el equipo de la gobernadora electa, Maru Campos, será en las oficinas de la Secretaría de la Función Pública, ahí donde despacha Mónica Vargas.

Así que a la titular de la SFP no solamente le ha tocado bailar con la más fea en el caso del exgobernador César Duarte, pues prácticamente tendrá que enmendar la plana del batidero que armaron su antecesora Stefany Olmos y los de la Fiscalía General del Estado en su intentona de “Justicia para Chihuahua”, sino que también lidiará con el equipo de transición de la gobernadora electa, a quien desde la propia Secretaría de la Función Pública y no se diga de la Fiscalía Anticorrupción, tanto Vargas como la fiscal Gema Chávez, acataron las órdenes de Corral de buscar todas las maneras posibles para descarrilar a Maru. Nada les funcionó y hoy sólo esperan que la venganza política no sea una característica de la futura Góber, como sí lo fue en su todavía jefe, cuyo quinquenio se fundamentó en meras vendettas.

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OTRO QUE LA venganza es su mero mole y se le sale el resentimiento por los poros, aunque él jure y perjure que es distinto y se sienta todo un mesías, es Andrés Manuel López Obrador, el cual, fiel a su costumbre, lanzó la piedra y escondió la mano, al involucrar de nueva cuenta a la Unidad de Inteligencia Financiera que encabeza Santiago Nieto, en temas electorales, pues aunque niegue que esa es su arma predilecta para intimidad enemigos, y más bien afirme que varios candidatos le pidieron usarla contra sus enemigos políticos, al tabasqueño hay que creerle a la inversa.

Y es que eso que soltó ayer en su “mañanera”, desde donde amenaza, amaga e insulta de lunes a viernes, de que de todos los partidos, de todos los estados, le pidieron lanzar a la UIF en contra de algunos candidatos, debería alertar a los gobernadores electos que no son de Morena, ya que eso de que AMLO es un demócrata, es un cuento que nada más se creen sus ciegos seguidores.

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POR CIERTO, HABLANDO de morenistas, tal parece que tras los resultados de la jornada electoral del domingo 6 de junio, en donde en Chihuahua no les fue tan bien como esperaban, las tribus comenzaron a tomar su curso y la división comenzó a aflorar, tanto, que mientras algunos patalean e impugnan, otros piden darle vuelta a la página y comenzar a reconstruirse con miras a la renovación de la dirigencia estatal, revelando que no todos están conformes con los berrinches de su candidato perdedor a la gubernatura, Juan Carlos Loera, quien por cierto, a principios de semana se reunió con un conocido párroco de Ciudad Juárez, con eso de que sintió que la Iglesia Católica lo tundió por “comunista”, el diputado federal con licencia pretende mostrar que es “católico bautizado y confirmado”. Ya nada más falta que se ponga un pañuelo azul y diga que es provida, y es que con tal de conseguir el poder, todos sabemos que esos de Morena tienen de izquierda lo que Chihuahua de mar en sus playas. ¿A poco no?

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PERO EL QUE no sufre ni se acongoja, y que resultó el morenista ganador de la pasada jornada electoral en el estado, es el alcalde electo de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien ha andado de reunión en reunión y luego de ya formalizar la transición con el presidente municipal Armando Cabada, tal como se lo comentamos en estas líneas, ayer, Cruz se reunió con Adriana Fuentes, quien le compitió la alcaldía bajo las siglas del PRI, es así que ya olvidándose de la contienda, ambos acordaron trabajar en conjunto por Juárez, no como otros que no saben perder.


Source: Columna