No había que ser adivino para saber que se vendrían una serie de impugnaciones en contra de la decisión del Tribunal Estatal Electoral de cepillar al morenista Óscar Castrejón y al naranja Francisco Sánchez de las diputaciones pluris, pero ya ayer eso quedó más que confirmado. Además de que la resolución del TEE abrió la puerta para que más de diez supusieran que se trató de un acuerdo para “fregar” a los incómodos y de paso enviarles un mensaje de quién manda y mandará en el sexenio que está por iniciar, sin embargo y por lo pronto, a cinco días de que la próxima Legislatura tome protesta como tal el próximo miércoles, lo cierto es que el escenario político aún no está echado, pues aún falta la última palabra de la sala del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aunque los más enterados aseguran que no hay vuelta de hoja, ni Castrejón ni Sánchez serán diputados locales y sí lo serán Helena Rojo y Ana Lucía Baduy en su lugar, a menos de que el TEPJF sesione el lunes o martes para darle salida a los berrinches jurídicos de los tumbados, y si no, eso no sólo habrá dejado un halo de despecho entre los defenestrados, sino entre los mismos grupos internos de Morena y Movimientos Ciudadano, porque una cosa es que estén metidos en la misma cuna y otra muy distinta es que se compartan el biberón.
Tal es el caso de Juan Carlos Loera, el excandidato de Morena a la gubernatura, quien sintió como un mensaje personal el hecho de que dejaran a Castrejón fuera de la diputación, pues fue él su principal promotor, razón por la que no dudó en estallar en contra del Tribunal Estatal Electoral, acusando, como siempre, a la mafia del poder y hasta a las deidades oscuras, de manipulaciones políticas para perjudicarlos a ellos, los morenos, que se sienten los salvadores de la nación, cuando la verdad de las cosas, es que no han podido siquiera salvarse a sí mismos o a sus tribus.
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Así que aprovechando el coraje que traía por la decisión del TEE, Juan Carlos Loera le mandó un mensajito al alcalde electo de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, con quien tal parece que no ha limado asperezas y esas fotos sonrientes de la campaña era hipocresía en su máximo esplendor. Y es es que aunque no dijo nombres, Loera de la Rosa aprovechó el pleito que tuvo Cruz con el fiscal César Peniche, para hacerse la “vistima” de un roce sucedido entre él y Pérez Cuéllar en el estadio de los Bravos de Juárez: “como lo dije, poco a poco, pero la verdad siempre se impone, hoy nos damos cuenta de quien agredió realmente esa tarde de fútbol en el estadio Benito Juárez. La soberbia, propia del Duartismo, empieza a salir a flote. El que entendió… entendió”. Hubo quienes le pidieron que etiquetara al susodicho, otros asumieron que se trataba del próximo Alcalde de Juárez y otros más calificaron a Loera de “visceral” y de hombre con un “pensamiento reducido”. Lo que sí es que el candidato perdedor de Morena a la gubernatura demuestra un día sí y el otro también, que una cosas es vivir de la política y otra es ser político.
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Y mientras acá en Chihuahua los morenistas se pelan entre ellos y se rasgan las vestiduras culpando a la nueva jefa de la comuna como la culpable de todos su males, la gobernadora electa Maru Campos pisó base en la Ciudad de México para participar en el encuentro de gobernadoras, diputadas y alcaldesas electas que asumirán las riendas el mes que ya llega la próxima semana, sin embargo, la grilla destacada ocurrió en el programa de Carlos Alazrarki en el que participó Maru en conjunto con puro pesado del PAN: el exsecretario de Gobernación, Santiago Creel; la senadora Kenia López Rabadán; el coordinador de los diputados federales azules, Juan Carlos Romero Hicks y el dirigente nacional panista, Marko Cortés. La excusa fue analizar y dialogar acerca del futuro del panismo como oposición, aunque la verdad de las cosas, eso de placear a Maru por escenarios nacionales, confirma que la próxima gobernadora de Chihuahua es bien vista por los panistas para ser en un futuro una carta fuerte de Acción Nacional.
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Tal como le adelantamos en varias ocasiones, el dictamen que le permita al gobernador Javier Corral y a sus funcionarios contar con escoltas cuando concluyan sus funciones, es decir, cuando sean los ex de Chihuahua, salió en positivo, pues en la Comisión de Seguridad del Congreso local así lo decidieron. Sin embargo, aún falta que sea votado en el Pleno y para ello, hoy los diputados locales convocarán a una sesión extraordinaria que deberá realizarse antes del miércoles, y es ahí, en el Pleno, en donde se verá de cuál cuero salen más correas, sobre todo porque los de Morena ya dijeron que nel, que votarán en contra, además de que uno que otro panista de cepa tampoco está de acuerdo que le dejen seguridad al todavía gobernador al que consideran un traidor, así que aquellos azules que en manos de Fernando Álvarez Monje, coordinador de la bancada del PAN, estará cabildear para sacarle ese último favor al todavía inquilino de Palacio.
Source: Columna