MARU CAMPOS LOGRÓ ayer dos grandes triunfos. La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó su candidatura como abanderada del PAN-PRD a la gubernatura, al desechar la impugnación de Morena, cuyo equipo jurídico estuvo insistente desde el 4 de abril pasado, cuando iniciaron las campañas, al asegurar que Maru no podía contender por el gobierno estatal por estar vinculada a proceso, sin embargo, hasta parecen novatos, pues eso no implicaba que la alcaldesa con licencia de Chihuahua capital perdiera sus derechos políticos, pero con tal de mover el pandero mediático o de plano por ignorancia procesal, los morenos se aventaron ese tiro… mismo que ayer les retachó el TEPJF y a poco más de tres semanas del domingo 6 de junio, fortaleció las aspiraciones de la candidata panista.
Y el otro triunfo, es que la ratificación de su candidatura por parte de la máxima instancia electoral, ocurrió el mismo día y poco antes de que Maru presentará su plan de gobierno en un conocido salón de Chihuahua capital, en donde estuvo rodeada de la cúpula azulada, incluso de aquellos que en su momento siguieron el canto de las sirenas del gobernador Javier Corral y de su delfín Gustavo Madero, sin embargo, conforme han pasado los meses y la elección está a la vuelta de la esquina, las calabazas se han ido acomodando y aunque le hagan el “corralito”, ella ha sabido librarlo, tanto, que el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, trae toda su fe en que el partido azul se lleva Chihuahua, con todo y el lastre que representa Javier Corral.
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YA QUE ANDAMOS con ese odio patológico que le tiene el todavía mandón de Palacio a la candidata de su partido a la gubernatura, Maru Campos, y con el debate que organiza el Instituto Estatal Electoral a unos cuantos días de llevarse a cabo, el próximo miércoles 20 de mayo, la alcaldesa con licencia de Chihuahua aseguró que está más que lista para volverse a salir del “corralito” que supone le aplicarán los candidatos del góber, el morenista Juan Carlos Loera y el naranja Alfredo “El Caballo” Lozoya, quienes muy seguramente harán mancuerna para atacar en el debate a la abanderada del PAN-PRD, así que con todo y eso, la candidata está lista para saltarse las trancas del mentado corral.
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POR CIERTO, CON todo y que hacen equipo para golpetear desde sus trincheras a la panista Maru Campos, y tal como lo señalamos ayer mismo en estas líneas, todo indica que al candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Alfredo “El Caballo” Lozoya, molestó que su homólogo de Morena, Juan Carlos Loera, no le devolviera el favor en las encuestas que publica. Y es que para nada gustó al parralense que la encuesta que presumió Loera de la Rosa, en donde él aparece en primer lugar, Maru en segundo, la priista Chela Ortiz en tercero, mandara al “Caballo” hasta el cuarto lugar, por lo que el alcalde con licencia de la “Capital del Mundo” no se quedó callado y afirmó que son “encuestas cuchareadas”, sin embargo, conociendo cómo se mueven las aguas entre Morena y MC, chance sólo se trata de un montaje estilo lo que ocurre en Nuevo León, pues a los “nananana” ya les dicen las toronjas: guindas por dentro y naranjas nomás por fuera.
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QUIENES TRAEN UNA alianza que deja boquiabierto a cualquier incrédulo que se remonte políticamente al 2010, cuando entre ellos no se podían ver ni en pintura, son los ahora morenistas Marco Quezada, Carlos Borruel, Fermín Ordóñez y Fernando Tiscareño, pues los ahora candidatos de la alianza entre Morena, PT y PANAL, se la pasan juntos haciendo campaña y de evento en evento, y es que Ordóñez no deja de ir a apoyar a los candidatos a diputados federales por el 6 y el 8, Borruel y Tisca, y de pasada se convirtió en el principal -sino es que único- soporte eficiente de las acciones de Quezada en la zona sur de la ciudad. Esos chamacos ya se sienten el cuarteto de Chihuapúl.
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LA REVERSA QUE la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le puso a la designación de Yuri Zapata como presidente del IEE, coloca al organismo electoral local en la antesala de una convulsión marca ACME, pues a una veitena de días para que se desarrolle la jornada comicial del primer domingo de junio, es hora que la organización de las elecciones nomás no se le mira la orilla.
En el IEE adolecen de tener completos a los capacitadores electorales que deberán darle orientación a los ciudadanos insaculados para ser funcionarios de casilla, y de pasada, hay una cantidad hasta el momento no cuantificada de chihuahuenses que rehusaron tomar la capacitación porque decidieron no ser funcionarios, pues el temor de la pandemia aún es fuerte y ha mermado duro en la participación ciudadana.
Hay que sumarle que el IEE de plano anda tarde y cinco cuadras atrás del desfile en la organización electoral relacionada con la entrega de paquetes electorales, toda vez que el rechazo de participación como funcionarios va en crecimiento criminal.
La salida que vislumbran los que por años han trabajado en la organización de las elecciones, es que deberán echar mano de las primeras personas formadas en la fila para votar el día de las elecciones, motivo por el cual se prevén aperturas tardías y conflictos matutinos al por mayor al arranque de las votaciones el primer domingo de junio.
Si a eso le suman que desde ayer por la tarde el IEE ya no tiene presidente, inicia un revoloteo peor al interior del organismo, pues nadie de los funcionarios de confianza tiene seguro su trabajo hasta que llegue la nueva mandona del changarro, porque una cosa es segura, debe ser Presidenta.
Source: Columna