Morenos azulados-Donde lloran…-Protesta saludable-Aumentan sueldo

AL PRESIDENTE ANDRÉS Manuel López Obrador le deberían de avisar lo qué sucede con sus muchachitos de Morena acá en Chihuahua, o será que ya sabe y sólo se hace el occiso. Y es que su superdelegado, Juan Carlos Loera y el coordinador de la bancada morenista en el Congreso local, Miguel Colunga, le andan atrofiando la cuarta transformación con presuntas acciones dignas del priismo más rancio y jurásico, tan es así que hasta los otros diputados de Morena, como lo son Humberto Chávez, Leticia Ochoa y Gustavo de la Rosa, por mencionar a algunos, renegaron y se deslindaron del actuar de ambos personajes, a quienes acusan de pactar en los oscurito con los legisladores del PAN para no exhibir las irregularidades de la cuenta pública del Gobierno del Estado a cargo de Javier Corral.

Resulta y acontece que a decir de los propios diputados de Morena, el virrey Juan Carlos Loera llamó al coordinador Miguel Colunga para “bajar” de la orden del día el dictamen de la cuenta pública estatal, pues traía graves irregularidades que mostraba que los malos manejos están presentes en la administración del góber que lucha contra los corruptos, cuestión que enchiló a los legisladores morenos y del PES, quienes desconocieron a Colunga como coordinador y exhibieron a Loera como un negociador para esconder corruptelas. Y qué tan delicado estará el asunto que hasta el diputado Gustavo de la Rosa, tío del superdelegado, se deslindó de los chanchuyos que anda ejecutando su sobrino. Vaya, qué pensaría el presidente de México si supiera que los suyos le están poniendo el pie a su utopía de que se acabe la corrupción. ¿Priistas con piel de cordero?

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Y COMO EN todos lados se cuecen habas, por más que muchos se den golpes de pecho, los malosos nos contaron una jugarreta maestra por parte del Gobierno del Estado y por supuesto de quien lo encabeza, Javier Corral, pues trascendió que la cantaleta esa de que no hay dinero ni para pagar la nómina y por tanto los aguinaldos, no es otra cosa que eso, una lloradera que ya se convirtió en oración, ya que la intención del mandatario fue calar a la Federación a cargo de Andrés Manuel López Obrador para que le suelten más billete y participaciones.

Así como lo lee, los recursos públicos ahí están, quietecitos en el banco, pero como el gobernador Javier Corral es más largo que la Cuaresma y asegura que todo es culpa de César Duarte, se le hizo fácil tantear las aguas federales y le resultó, pues además de recibir por adelantado 400 millones de pesos, en espera de que lleguen mil más, también pidieron prestado 500 melones más para, según ellos, saldar los aguinaldos de la burocracia.

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Y COMO EL pretexto es bueno, ante la supuesta no llegada de esos chelines primeros por Lopez Obrador, en Palacio de Gobierno decidieron irse por la sencilla de solicitar un crédito exprés, si otro, de 500 millones de pesos. Y cómo será a corto plazo, ni siquiera avisaron en el Congreso del Estado, pues la ley de los permite.

Ahora bien, no por ser a corto plazo no quiere decir que será barato; de hecho en términos financieros estos pequeños créditos son más caros porque se solicita al vapor y la falta de respaldo crediticio que tiene el Estado, deriva en que las tasas de interés que le aplican los ajiotistas bancos a los chicos del Nuevo Amancer están por las nubes. Total, ellos no terminan pagando esas decisiones, sino los chihuahuenses en su conjunto. Hay quienes burlonamente dijeron, al saber de este puenteo bancario, que había que sacar lana para el incremento de sueldos de los funcionarios de primer nivel del Gobierno del Estado, aún y cuando no hubiera para la nómina de la burocracia.

¡Ah, por cierto! Eso de la falta de lana y el préstamo exprés de 500 millones, no fueron motivo para que en Palacio de Gobierno se dejara de realizar el brindis navideño de los funcionarios de primer nivel. La convocatoria fue a eso de las 3 de la tarde y la fiesta estuvo tan chévere que los malosos reportaron que el choque de copas se prolongó hasta que cayó la tarde y el sol empezó a ocultarse. Así que como diría los “huevocartoons” convertidos ya en todo un clásico: ¡Saluuuuuuud!

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PERO MIENTRAS ESO sucede, y aunque les mandaron oficios para que fueran pegados en todas las puertas de las oficinas de los Servicios Estatales de Salud, empleados del ICHISAL están bastante molestos precisamente por los aguinaldos que nomás no llegan, aunado a que también los bonos de fin de año y el sexenal, los cuales ascienden a 12 mil 100 y 3 mil pesos, respectivamente, les serán depositados hasta enero, cuando en años anteriores lo recibían los primeros días de diciembre, por lo que así las cosas con el Nuevo Amanecer, que ya cambió su slogan a “Chihuahua avanza, cumpliendo con valor”. ¿Será?

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PERO LA COSA no paró ahí, pues la noche de ayer jueves, decenas de trabajadores del área médica y administrativa del hospital General, de plano salieron a la calle con pancartas y se manifestaron justo a las afueras del nosocomio reclamando el pago de sus honorario y prestaciones.

La indolencia en el sector salud ya no solamente se refleja en las manifestaciones de Los derechohabientes, sino que el mismo personal de los hospitales de nueva cuenta salió a las calles. Cómo acto responsable con los propios beneficiarios del servicio médico, los trabajadores de la salud no desatendieron la atención en él área de Urgencias, por lo que se turnaron para manifestarse en el exterior; sin embargo, a este paso esa medida es una de las que ya está en la mesa de la discusión: un paro total de labores.

Hoy en Pensiones Civiles del Estado se espera una manifestación más.

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PARA NO DEJAR nada en el tintero de las depresiones navideñas y económicas, a los que también les andan regateando hasta los dulces, son a varias asociaciones que apoyan a niños de escasos recursos y a algunas casas hogar, ya que a diferencia de otras épocas, en esta ocasión el DIF Estatal no repartió parejo y hubo quienes quedaron fuera. Pura austeridad republicana, mientras el gobernador Javier Corral pide casi 5 millones de pesos para aumentarse los sueldos él y su gabinete.

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EL QUE REUNIÓ a todos los regidores del Cabildo capitalino en un costeño restaurante, fue el secretario del Ayuntamiento, César Jáuregui, la razón y la charla sólo ellos la saben, pero conociendo el colmillo retorcido que tiene el también exdiputado, la grilla ha de haber estado al por mayor y seguro fue el centro de atención.


Source: Columna