Ojos en Juárez-Colmillo azul-Los ilusionistas

Sin excusas ni pretextos, con o sin telegrama de por medio, hoy la grilla estará centrada en Ciudad Juárez, incluso la nacional, pues desde ahí, Andrés Manuel López Obrador ofrecerá su tradicional conferencia “mañanera”, en donde muy seguramente volverá a pelearse con el periodista Carlos Loret de Mola, al menos que, sólo al menos, le importe más hablar de los verdaderos problemas del país y de Chihuahua. Lo que sí es un hecho es que el tabasqueño arribó desde anoche a Juárez procedente de Nogales, Sonora, ahí durmió y este día desde las 7 de la mañana hora local, encabezará la conferencia matutina, en donde se espera la participación de la gobernadora Maru Campos y del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, de quien se espera un informe detallado de seguridad, y no solamente un informe, sino también la estrategia de cómo la Federación planea actuar y no dejar solo al gobierno estatal en el combate al crimen organizado.

Junto con AMLO se espera la presencia del jefe de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio y del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, el fiel escudero de su paisano tabasqueño, quien por más que intenta recomponer el rumbo de la política interna, es casi imposible con un jefe como el que tiene. La agenda de López Obrador marca que al concluir la “mañanera”, se trasladará a la supervisión del funcionamiento de las Aduanas juarenses y ya, se acabó la visita a Juárez y de ahí a Piedras Negras, en el vecino estado de Coahuila.

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Bueno bueno, quien de plano salió más largo que la Cuaresma y demostró el colmillo político que tiene, aunque no gane una elección ni prendiéndole velas a San Judas, el santo de las causas imposibles, es el senador Gustavo Madero, el cual, en medio de la pus que brota cada día con el caso de los chanchuyos que presuntamente operó René Villarreal, el exfuncionario de la JMAS asesinado, en donde también su nombre ha salido a relucir, don Gustavo se adelantó y por tanto decidió reconciliarse con el PAN, con su dirigente nacional Marko Cortés, a sabiendas de que el michoacano es cercanísimo a la gobernadora Maru Campos, y como la Góber ha mostrado públicamente su aversión a los panistas involucrados, chance el senador decidió curarse en salud y de una vez por todas decirle adiós al corralismo y no andar jugando al rebelde en lo que respecta al PAN, no vaya a ser la de malas, y aunque tiene fuero como legislador de la Cámara Alta, todo puede suceder en un caso tan turbio como lo sucedido con René Villarreal, la JMAS y el Congreso.

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Y aunque ha estado perdido en la indiferencia, por más que pretende hacer ruido de una u otra forma, el exgobernador Javier Corral trae tremenda cola que le pisen, así lo demuestran las múltiples carpetas de investigación en su contra por peculado, desvío de recursos y hasta violencia política, por lo que no se ve lejano que un día de estos, quizá el menos esperado, a Corral Jurado se le abra un proceso que lo haga terminar en el lugar donde él siempre soñó ver a su antecesor, César Duarte, en alguna sala del Tribunal Superior de Justicia, incluso, dicen los malosos, eso podría suceder primero, pues la extradición del ballezano aún se visualiza lejana.

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Bien dicen que las coincidencias no existen y todo se trata de ‘timing’, de estrategias y de que chance si piensas mal, acertarás. Y es que resulta que en medio del caos por lo que sucedió con la JMAS, el Congreso y las supuestas inversiones fallidas, ARAS Business Group, empresa acusada por sus propios asociados de defraudarlos, además de que también ha sido señalada de estar involucrada en ese oscuro embrollo político, ayer volvió a reaparecer en su página oficial, luego de estar ausente desde el pasado 4 de febrero, y al igual que la vez pasada, reiteró que continúa trabajando para pagarles a sus inversionistas, lo que abrió muchas más interrogantes: ¿existen presiones externas, políticas, incluso penales, para que paguen?, ¿o sólo se trata de una burla para ganar tiempo y salirse con la suya? Son preguntas que rebotan y rebotan en las paredes de la Fiscalía.


Source: Columna