Debería Chihuahua regresar al semáforo rojo, sí, lo hará, esa es la duda, aunque todo parece indicar que la cuestión económica prevalecerá sobre la de salud. Y es que a decir verdad, ya no pueden seguir pagando justos por pecadores en el tema del COVID-19, pues una y otra vez se les ha pedido a los ciudadanos extremar precauciones y seguir con las medidas sanitarias que ordena la Secretaría de Salud, sin embargo, esa irresponsabilidad de un amplio sector de la población, es lo que por un momento hace dudar al gobierno estatal y al federal, si regresar o no a Chihuahua al color rojo del semáforo, lo que vendría a ser un balazo directo al corazón de la economía. Por lo pronto, hoy al mediodía, el gobernador Javier Corral y sus homólogos del resto del país, sostendrán una reunión virtual con el subsecretario Hugo López-Gatell, quien ya no ve lo duro sino lo tupido, pues mientras él anda con cifras bastante alentadoras, lo cierto es que difieren de la que tienen las autoridades estatales, incluidas las de Chihuahua, ya que los números de contagios que trae el otrora rockstar de la 4T, ¡andan a 2 mil casos del desfile!
Además, ayer la Organización Panamericana de la Salud desmintió al doctor López-Gatell y al mismísimo Presidente de México, que a diario salen a decir que la pandemia se desaceleró o que ya está domada, pues la OPS y su directora, Carissa F. Etienne, informó que es todo lo contrario, la transmisión y las muertes por COVID-19 en México están bastante aceleradas.
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Dicen que cuando el río suena, agua lleva, o más bien cuando las compuertas de la presa suenan, es porque la 4T llegó por ella. Ya no es una, ni dos, ni tres, sino múltiples ocasiones en que el nombre de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y empresario prominente, de extrema derecha y sin duda, exmiembro de la “mafia del poder” que tanto decía odiar Andrés Manuel López Obrador, es ahora la mano derecha del tabasqueño y el señalado por los agricultores de estar detrás del vaciado de presas que emprendió el gobierno federal con el pretexto de pagar el Tratado de Aguas de 1944. El empresario, que hoy se ostenta como político, es la mano que mece la cuna en el Gabinete lopezobradorista, no sólo estuvo tras la cabeza del exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, sino que también lo está en las decisiones del Presidente que terminan por disgustar a los todavía crédulos de que AMLO es de izquierda. Y es que según los números de los productores agrícolas afectados, andan perdidos, o más bien ya negociados, 500 millones de metros cúbicos que la Conagua extrajo en enero de la presa El Granero, con los cuales habría pagado la parte de Chihuahua en el mentado Tratado, pero como al parecer esa agua ya estaba negociada y vendida por Poncho Romo, la 4T tuvo que volver por más para ahora sí cumplir con el Tratado. Así las cosas con la “incorruptible Cuarta Transformación”.
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Pero mientras Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador crucifican y despotrican en contra de los campesinos y políticos que están detrás del movimiento en defensa del agua de las presas, tanto, que el tabasqueño arremetió en su mañanera en contra del alcalde morenista de Rosales, Pepe Ramírez Licón, los malosos nos comentan que el edil está a punto de tirar la toalla y salirse del partido del Presidente, pues no conforme con que la Guardia Nacional lo retuvo una hora y media tras el enfrentamiento en la presa Las Vírgenes, el jefe de los morenistas le envía tremendo mensaje desde su púlpito mañanero, por lo que más vale decir aquí corrió, que aquí quedó. Por cierto, apenas el viernes pasado, Pepe Ramírez había sido anfitrión de una reunión grilla con el senador Cruz Pérez Cuéllar, quien busca la candidatura de Morena a la gubernatura.
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Hablando de aspirantes a la gubernatura, el que ya se siente candidato oficial de Palacio de Gobierno y por ende del PAN, el senador Gustavo Madero, ha intentado moverle al pandero en Ciudad Juárez, terruño complicado en estos momentos para el panismo, en donde los azules andan en un nada halagador tercer lugar, sin embargo, como sabe que para ganar la carrera de perdida hay que correrla, pues el legislador volteó hacia la frontera norte, sin embargo, si con la raza de Chihuahua y la región centro-sur la trae complicada, a pesar de ser regiones de tinte azulado, imagínese la situación en Ciudad Juárez.
Source: Columna