Todavía no lleva ni una semana en YouTube y el nuevo video de Taylor Swift, Wildest Dreams, ya fue tachado de “racista” por miles de internautas que creen que el material retrata las ‘fantasías de blancos ricos sobre África en los años 50’.
A pesar de parecer simplemente una historia de amor ambientada en un set de filmación de una película de los cincuenta, algunos criticos han descalificado al video como una interpretación racista y retrógrada de un continente predominantemente negro.
Incluso una especialista en herencia africana, Viviane Rutabingwa, dijo: ‘No podemos creer que en 2015, Taylor Swift, su firma discográfica y su personal de producción haya pensado que estaba bien grabar un video que representa una versión glorificada de una fantasía blanca sobre África’.
Rutabingwa agrega: ‘La música de Swift entretiene a mucha gente. Ella puede usar cualquier locación que se le ocurra, pero de alguna manera se las arregló para usar nuestro continente para sus canciones románticas sin la presencia de una sola persona negra en el guión’.
Para ser justos con Swift, sí hay una persona negra, incluso dos; aparecen en segundo plano por una fracción de segundo como unos soldados que vigilan la fimación falsa de una película donde salen los personajes de la cantante y Scott Eastwood, su coprotagonista.
A pesar de las criticas, el director del video, Joseph Kahn, dice que Wildest Dreams es sólo una historia de amor y no una glorificación del colonialismo que desoló África y dañó a los africanos durante siglos.