La reciente proyección en el Zócalo capitalino del histórico concierto que Juan Gabriel ofreció en Bellas Artes en 1990 reunió a miles de seguidores y reavivó el interés por el documental Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero, disponible en Netflix.
En el evento, la productora Laura Woldenberg abordó la posibilidad de una segunda parte de la serie documental, despejando las dudas de los admiradores del artista.
Woldenberg, acompañada por la directora María José Cuevas, explicó que la producción, compuesta por cuatro capítulos, abarca la vida de Alberto Aguilera —nombre real del cantante— desde sus inicios hasta su fallecimiento. Al referirse a la posibilidad de una continuación, la productora fue categórica:
“El documental abarca desde el inicio hasta su muerte. Lo que está en el documental es su vida, está ahí para entender la vida de Alberto Aguilera, la persona detrás del ídolo Juan Gabriel. Creo que estas cuatro horas son lo que da para contar la mejor historia”, afirmó Woldenberg durante la proyección.
La productora subrayó que el proyecto ya se encuentra completamente concluido y que, aunque existen muchas horas de grabaciones inéditas de Juan Gabriel, no está previsto ampliar la serie actual.
“El documental ya está totalmente cerrado y creemos que lo que está ahí es lo mejor que vimos para contar su historia. Lo que queda, quizá se decide hacer algún otro proyecto, pero en cuanto a nuestro documental ya no”, puntualizó Woldenberg, dejando abierta la puerta a futuros trabajos independientes, pero descartando una secuela directa.
La presencia de la familia del cantante en el evento fue otro de los momentos destacados de la noche. Woldenberg relató que los allegados de Juan Gabriel se mostraron profundamente conmovidos por la multitud que llenó la plaza.
“Estaba platicando con ellos hace rato y sienten un orgullo difícil de explicar”, compartió la productora, resaltando el impacto que el legado del artista sigue teniendo en el público mexicano.
El éxito de la proyección y la respuesta de los asistentes reforzaron el objetivo principal del documental: preservar la memoria y la obra de Juan Gabriel para las nuevas generaciones.
Woldenberg expresó su satisfacción al ver que el documental cumple con ese propósito: “Lo que queríamos se puede cumplir: que el documental siga preservando su legado, que nuevas generaciones lo canten, lo conozcan”.
La miniserie, dirigida por María José Cuevas y producida por Ivonne Gutiérrez y Laura Woldenberg, ha generado un notable impacto en Netflix, tanto por su retrato íntimo del “Divo de Juárez” como por una decisión creativa poco convencional: todas las entrevistas fueron grabadas únicamente en audio.
Esta elección, inusual en producciones de gran formato, buscó sumergir al espectador en la atmósfera y el universo visual de Juan Gabriel, evitando interrumpir la narrativa emocional con imágenes actuales de los entrevistados.
En su lugar, las voces de los participantes se entrelazan con fotografías y videos inéditos del cantante, manteniendo siempre al ídolo en el centro de la escena.
En entrevista con Marco Antonio Regil, la productora Ivonne Gutiérrez detalló el desafío que implicó esta apuesta narrativa. “Fue una decisión muy difícil al principio, porque da mucho vértigo grabar las entrevistas solo en audio. De entrada, ya no tienes el video, ya no tienes a qué volver”, reconoció Gutiérrez, quien explicó que la abundancia de material de archivo del intérprete de Amor eterno motivó al equipo a priorizar esas imágenes históricas sobre las grabaciones contemporáneas.
Source: Espectaculos
