Nada nuevo bajo… la clave de sol

La música ha existido casi desde el momento en que el hombre apareció en la Tierra; en su definición tradicional del término, es el arte de organizar de forma sensible y lógica una secuencia de sonidos y silencios utilizando los principios de la melodía, armonía y ritmo, los cuales se crean con tan sólo siete notas.

En palabras del músico y compositor B.B. King, quien piensa que “nadie roba nada a nadie, todo es prestado”, el plagio se ha convertido en uno de los temas favoritos de los medios de comunicación, las redes sociales… y las cortes. En días pasados un juez en Estados Unidos determinó queRobin Thicke, T.I y Pharrell Williams habían caído en el delito de plagio al haber copiado y utilizado el tema de Marvin Gaye, Got To Give It Up, en el éxito Blurred Lines, lo cual les costó 7.4 millones de dólares a pagar a los hijos de Gaye, quienes mantienen los derechos de la obra de su padre.

De acuerdo con un comunicado enviado por Thicke, Williams y T.I, los músicos respetaban la decisión de la Corte, sin embargo estaban extremadamente decepcionados por la misma ya que “establece un precedente terrible para la música y la creatividad en un futuro”. Janis Gaye, madre de dos de los hijos del músico, comentó que se sentía agradecida y que esperaba que “la gente entienda que esto significa que Marvin se merece el crédito por lo que hizo en 1977”.

Desde la perspectiva del compositor mexicano Armando Manzanero es casi imposible que el plagio como tal no exista, ya que al escribir una canción es básicamente imposible que no tenga la influencia de otra ya existente.

Esos casos suceden eventualmente porque realmente el plagio no existe. Es imposible escribir una canción que no tenga influencia de otra, debido a que se escribe con siete notas con sus sostenidos y sus bemoles. Dicen que ocho compases idénticos hacen que sea un plagio, pero es muy raro que no se parezca a algo”, comentó Manzanero en entrevista con Excélsior.

Por su parte, Meghan Toohey, bajista y vocalista de la agrupación femenina The Cold & Lovely, coincidió con Manzanero argumentando que cuando un artista comienza a hacer música, indudablemente estará influenciado por otros y por ende el sonido podría llegar a ser similar, aunque el truco radica en cómo se acomodan los sonidos de las siete notas con los silencios.

“Sobre la cuestión del plagio es algo interesante, sobre todo con lo que acaba de suceder con Blurred Lines de Robin Thicke y Pharrell Williams y el asunto de la canción de Marvin Gaye… hay una línea muy delgada con toda la música que ya se encuentra programada, es muy fácil crear un bitque suene muy parecido a otro que ya existe. Mi amiga (la cantante y compositora) Sara Bairelles se encontró en ese situación con su temaBrave y el de Katy Perry, Roar, porque ambos tienen un riff muy parecido y unos decían que Katy le había plagiado el sonido a Sara y viceversa, pero no fue así.

La mejor forma en la que ella lo manejó fue hablando como músicos que son y que están tratando de sacar material nuevo al mercado; obvio existe una competencia, pero no en ese sentido. Pienso que si copias directamente la letra o una melodía es injusto, sin embargo todos tenemos influencias de otros. Yo tengo mucha influencia de My Bloody Valentine, The Cure, U2… no es algo que nunca se haya hecho, el asunto es cómo lo pones todo junto y te hace original, te hace diferenciarte de los demás”, explicó Toohey.

Los casos de plagio no son un tema reciente, a lo largo de la historia de la música que se encuentra protegida bajo las leyes nacionales e internacionales de Derechos de Autor, ha habido muchos. En 1969, tras la salida al mercado de Abbey Road, de The Beatles, la disquera de aquel entonces de Chuck Berry demandó a los británicos alegando que Lennonhabía copiado la letra y música de You Can’t Catch Me en el tema ComeTogether. El ex Beatle aceptó que estaba familiarizado con la obra de Berry y el problema se solucionó de manera extrajudicial.

Michael Jackson también fue acusado de plagio. El saxofonista y cantante camerunés Manu Dibango acusó al Rey del Pop de haber copiado su canción Soul Makossa (1972) y haberla usado en Wanna Be StartingSomething, tema que abría el álbum Thriller. Jackson acabó pagando alrededor de 200 mil dólares por concepto de Derechos de Autor.

También personajes como Shakira y su tema Loca fue acusada de plagio, así como Descemer Bueno, quien junto a Gente de Zona y Enrique Iglesias llevó a los primeros lugares de Billboard el tema Bailando, el cual es muy parecido a Lejos de ti, del peruano Pelo de Ambrosio. Belanovatambién estuvo en el ojo del huracán por Hasta el final, tema que se argumentó tomaba la melodía de Amar y vivir, de Consuelo Velázquez.

“Es un tema muy complejo porque el plagio está más en función del arreglo y del estilo musical, que de la melodía en sí. Sin embargo, en muchos países como Estados Unidos y en Europa, el arreglo está protegido. Si es un arreglo que identificas en una canción distinta a la que estás escuchando, ahí los jueces tendrán que ver si son suficientes los compases de identidad para determinar un plagio. Aquí (Thicke – Williams) el fallo fue a favor de quienes demandaron porque reconocieron dentro del estudio donde grabaron entre los productores, que efectivamente cuando hicieron esta canción estaban escuchando la canción en cuestión. Esto fue un elemento fundamental para que el juez dijera que sí hubo dolo e intención porque estaban escuchando la canción cuando estaban creando la nueva.

En México ocurre, y mucho. Nosotros intervenimos como Sociedad de Autores y Compositores de México única y exclusivamente para conciliar los intereses. Si logramos que se concilien, bien; si se tienen que enfrentar jurídicamente, nosotros nos desmarcamos si son socios nuestros y ellos lo resuelven. Por lo regular, 80 o 90 % lo resolvemos en una mesa”, explicó Roberto Cantoral Zucchi, director general de la SACM.

Por su parte, José Alfredo Jiménez Gálvez agregó que muchas veces un autor trae en la cabeza algún tema que conoce y en ocasiones eso puede confundir un poco al compositor, sin embargo, considera que una manera de llegar a un acuerdo puede ser a través de una coautoría o simplemente hablando.

“Muchas veces un autor trae en la cabeza el otro tema y se confunde un poco, pero generalmente se llega a buenos acuerdos, se puede llegar a alguna coautoría. En el caso de los temas de mi papá, hubo algunos casos que se solucionaron en buenos términos.

Fue una canción de Café Tacvba que se parecía mucho a Tu recuerdo y yo, se llama Bar Tacuba. Enseguida estuvimos en contacto y llegamos a un arreglo con ellos. Por lo general se llega a buenos arreglos con eso, porque no falta que de repente a uno le guste una canción y la traiga en mente. Los arreglos generalmente se hacen en las oficinas de Indautor, donde hay un abogado que modera las situaciones”, explicó el hijo de José Alfredo Jiménez.

El plagio en una obra musical que se determina cuando, en promedio, hay ocho compases iguales en dos temas y es calificado por peritos especializados. Puede haber similitudes entre temas, pero no fragmentos iguales.

Ante la autoridad, si llega a haber un plagio o algún otro autor se adjudica la obra, se necesita el registro. Aunque se hace un peritaje, el registro de una obra es fundamental para determinar quién es el autor y cuáles son los porcentajes de reparto, porque muchas veces hay un editor de por medio o se tiene más de un autor. Todo lo que genera esa obra, lo repartimos de acuerdo con su registro”, detalló Cantoral Zucchi.

Ejemplo de esto es el problema que se suscitó el último trimestre de 2014 entre Sam Smith con su tema Stay With Me y el parecido con el coro de I Won’t Back Down, de Tom Petty y Jeff Lynne. La canción fue nominada a tres premios Grammy y en medio de la polémica, Smith decidió dar el crédito a Petty y Lynne como cocompositores.

Nunca tuve malos sentimientos contra Sam.Todos los años que tengo como compositor me han enseñado que estas cosas pueden suceder, en ocasiones te das cuenta cuando estás en el estudio, antes de que salgan al público, esta vez no fue el caso. La gente de Sam fue muy comprensiva con nuestra preocupación y fácilmente llegamos a un acuerdo.

“La palabra demanda nunca fue ni es mi intención y creo que ya no hay nada más que decir al respecto. Cómo esto se filtró a la prensa va más allá de Sam y de mi; él hizo lo correcto y yo ya no pienso en este asunto. Es un accidente musical, ni más ni menos, le deseo a Sam lo mejor en su carrera. Paz y amor para todos”, declaró Petty en una entrevista para la revistaRolling Stone en enero de 2015 respecto al problema de plagio.

Sin embargo también están los artistas que consideran que el plagio es, además de algo inevitable, parte de un trabajo compartido, colectivo, en donde lo más importante es el deber creativo para generar arte en forma de música.

“La mayoría de los músicos no están interesados en la música de los otros artistas, sino en la que ellos mismos pueden crear, están enfocados en los trabajos que se encuentran realizando… y por otro lado, pues no se puede hacer mucho dinero de esto, hacer música ahora es un gran esfuerzo colectivo en el que está la parte de creación y grabación, pero hay muchas cosas en medio que de alguna forma ayudan a hacer dinero. No conozco a nadie que sólo haga música para vender discos o sólo salga a tocar, es un gran esfuerzo colectivo”, dijo Wayne Coyne, vocalista de The Flaming Lips, a Excélsior.

“Esta cuestión de los plagios es algo muy complicado porque en el proceso creativo todos los compositores, en todo el mundo, reciben toda la creatividad de la misma creación. Somos como antenitas que estamos captando estas melodías que están en el universo y creo que más que nosotros, ser creadores de esas cosas, somos los canales por donde surgen esas cosas. A veces está una de esas melodías flotando en el aire y un compositor mexicano y un ruso al mismo tiempo captan esa misma melodía y se pueden dar esos casos en los que no fue una copia.

“He compuesto dos mil canciones, 500 tengo grabadas y como 50 son catálogo permanente. Pero a veces me pasa a mí mismo, me plagio a mí mismo. Pasan 15 o 20 años y en tu mente está el mismo patrón, la misma melodía que vuelve a surgir. A veces pasa que cuando presentas una melodía a tus amigos, te dicen que es una de The Beatles. Es muy frustrante cuando sucede, pero es contigo la cosa y no te vas a demandar a ti mismo (ríe)”, explicó el compositor Memo Méndez Guiú.

Por su parte, los hermanos David y Stephen Dewaele, los responsables del dueto electrónico 2ManyDJs, quienes trabajan con muchas obras de otros artistas, han desarrollado un particular método para asegurarse que aquellos temas que sean de su creación, a través de la computadora y los sintetizadores, no existan.

“Me parece que antes de que saques tu música debes de tratar de asegurarte que los sonidos no existan en el orden en el que tú los estás presentando, en nuestro caso, que utilizamos mucha música que ya existe, buscamos los algoritmos en Shazzam y si lo que nosotros estamos presentando como una canción existe o hay algo parecido, el programa nos lo dice.

“Sí hemos tenido casos de plagio, pero hay caminos para poder solucionarlo como la vía del pago, si la otra persona no quiere pagar por la música, entonces se puede usar”, aclaró David Dewaele.

 

Con información de AP y Excélsior