La oficina de Sony en el gigante asiático recomendó que no se incluyera una escena donde alienígenas que atacan la Tierra agujereaban la Gran Muralla
Los productores de la película de Chris Columbus Pixels, que esta semana se ha estrenado en Hollywood y en los grandes mercados europeos, cambiaron el guión para evitar que en él hubiera menciones a China, con el fin de no herir sensibilidades en ese país y que la cinta pudiera ser estrenada en sus cines.
Eso se desprende de los documentos de la productora Sony Pictures filtrados por la web Wikileaks en los últimos meses, después de que la compañía fuera presuntamente atacada por Corea del Norte como respuesta al lanzamiento de la comedia La entrevista, en la que se parodiaba -y asesinaba- al actual líder de ese país, Kim Jong-un.
En uno de los miles de correos filtrados por Wikileaks, remitido en 2013, una de las responsables de Sony en su oficina en China, Li Chow, recomendaba que la película protagonizada por Adam Sandler no incluyera una escena del guión en la que los extraterrestres que atacan la Tierra agujereaban la Gran Muralla.
La escena “no beneficiaría el estreno en China”, señala el correo, una sugerencia que finalmente debió ser escuchada, ya que en la película los alienígenas (que en este filme toman la forma de personajes de vídeojuegos de los 80) no atacan el conocido monumento defensivo, pero sí el barrio de Manhattan o el Taj Mahal indio.
Además, la película ha logrado permiso para su estreno en China -país donde se permiten sólo una treintena de películas extranjeras en sus grandes pantallas cada año- y llegará a sus cines el 15 de septiembre.
En el correo filtrado también se sugiere que en la escena en la que el Gobierno de EEUU analiza los primeros ataques no se mencione que China no puede estar detrás de ellos porque “no tiene la tecnología necesaria”, ni que se sugiera la posibilidad de que piratas informáticos chinos hayan intervenido.
Además se plantea en los correos que es mejor que la capital japonesa, Tokio, y no la urbe más populosa de China, Shanghái, sea uno de los principales escenarios, ya que “implicará (escenas de) destrucción en toda la ciudad, y eso podría herir sensibilidades”.
Entre los destinatarios de los correos se encuentran productores como Doug Belgrad, presidente de Columbia Pictures (subsidiaria de Sony), quien en un correo de respuesta señala que tendrá en cuenta las sugerencias enviadas desde China.
Pixels, estrenada ayer viernes en EEUU, España y varios países latinoamericanos, cuenta la historia de un ataque extraterrestre contra la Tierra en la que populares personajes como Pac-Man o Donkey Kong atacan el planeta, después de que los alienígenas malinterpretaran un cargamento con vídeojuegos lanzado al espacio por EEUU en 1982.
Sony, que condenó la filtración por Wikileaks de miles de mensajes confidenciales, ha declinado comentar sobre la presunta intervención de la censura -o la autocensura- china en el argumento de este filme, que en todo caso no sería el primero que ha sido cambiado para intentar agradar a Pekín.
En la película World War Z, por ejemplo, se cambió ligeramente el guión y se quitó la sugerencia de que el virus que volvía zombie a los seres humanos se había originado en China.
Y en uno de los filmes de la saga de James Bond, Skyfall, se retiraron escenas en las que un soldado chino era asesinado, así como referencias a que el villano de la película (interpretado por Javier Bardem) debía parte de su maldad al hecho de haber sido torturado en una prisión del gigante asiático.
Estos y muchos otros cambios de guión se justifican en un momento en el que el mercado chino, aún con mucho potencial de crecimiento, se está convirtiendo en el más importante de Hollywood en el exterior, y en ocasiones en tabla de salvación de grandes superproducciones que fracasan en Occidente pero no en Oriente.
El Universal