La frenética acción de Inferno lleva incrustada una advertencia sobre los peligros de buscar soluciones simples a problemas complejos. El astro Tom Hanks dice que el tema hace eco en la actual contienda electoral por la presidencia estadounidense.
Inferno coloca al profesor Robert Langdon (Hanks) en el camino de una plaga mortal elaborada por el científico millonario Bertrand Zobrist (Ben Foster) con un fin humanitario retorcido: acabar con las guerras, la pobreza y el hambre exterminando a la mitad de la población mundial.
Hanks dice que la creencia de que existe una “respuesta de un solo paso para todos los problemas” es alarmantemente pertinente.
A lo largo de la historia ha habido una gran cantidad de gente que dice: este es el problema, esto es lo que lo causó y todo lo que tienen que hacer es lo que yo sugiero, hay una salida fácil para hacerlo desaparecer”, dijo Hanks.
“Es muy simplista, es muy reaccionario. Es casi como la aceptación fundamental de un tipo de ignorancia”, agregó. “Pero pienso que es parte del discurso político”.
Hanks claramente tiene en mente la competencia entre Donald Trump y Hilary Clinton. Estados Unidos, dice, necesita “visión y liderazgo y alcance, en lugar de un almacén único con todas las soluciones”.
No soy un activista político ni tampoco un animal de política, pero diré que, mira, yo voy a votar por ella, porque creo que este es un maratón para resolver no sólo los problemas más obvios, sino aquellos que están por venir”, añadió el actor.
En su tercera película como Langdon, Hanks sale en una ginkana de alto riesgo centrada en torno a la vida y obra de Dante Alighieri, cuya “Divina comedia” creó una pululante visión del infierno que ha influenciado a artistas y escritores por 700 años.
Lo acompaña Felicity Jones como la doctora Sienna Brooks, una aliada y compañera intelectual.
Hanks, quien interpretó a Langdon en “El código de Da Vinci” y “Ángeles y demonios” — ambas dirigidas por Ron Howard, al igual que “Inferno” — dijo que sigue disfrutando hacer estos thrillers internacionales. “Inferno” salta de Florencia a Venecia y Estambul, causando estragos en algunos de los edificios históricos más bellos del mundo.
Hacer una película es en líneas generales muy divertido, excepto cuando tienes que pasar frío o estar despierto hasta tarde o usar una barba falsa o algo así”, dijo Hanks, quien con más de tres décadas de trayectoria sigue siendo uno de los astros más afables de Hollywood.
“Pero estas son bien especiales. El equipo ha estado junto desde la primera. Vamos a lugares maravillosos: Londres, París, Roma, Venecia, lo que es mucho mejor que, digamos, ir a los Sony Studios en Culver City, California”.
Para el actor, también está el placer de absorber grandes cantidades de información para que su personaje pueda proporcionar su experticia sobre cualquier cosa, desde la máscara mortuoria de Dante hasta los nueve círculos del infierno.
Te vuelve un compañero de cena realmente maravilloso”, dijo Hanks. “Para un tipo que en realidad solo fue un par de años a la universidad, y ninguno de ellos los pasó en clase de historia del arte, termino aprendiendo un montón”.
Howard reunió a un elenco internacional que incluye a Sidse Babett Knudsen como una ambigua dirigente de la Organización Mundial de la Salud, el francés Omar Sy como uno de sus agentes, la rumana Ana Ularu como una asesina misteriosa y el astro indio Irfan Khan como un arreglador internacional amoral.
Hanks dijo que la diversidad del reparto viene del simple deseo de Howard de llenar la cinta de actores interesantes.
Para que más culturas sean representadas, y ambos géneros, y eso termina siendo perfecto y orgánico para nuestra historia”, expresó.
Inferno se estrenó esta semana en nuestro país.