Rasurar la cara con crema y maquinillas desechables para afeitar, enjuagar con agua tibia y luego aplicar crema hidratante. Esta sencilla acción cotidiana de los hombres sería la razón por la cual ellos envejecen mejor que las mujeres.
Al parecer, una gran diferencia entre ambos géneros ya que cuando se trata de eliminar los vellos del rostro, las mujeres prefieren depilarse, porque si afeitar las piernas alienta a que el vello crezca más grueso y oscuro, rasurar la cara sería casi un pecado capital.
Hay algunas mujeres que por distintos trastornos, como Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), desequilibrios hormonales o menopausia, tienden a ser más velludas que otras. Para erradicar este problema, optan por esta nueva forma de depilación a través de navajas en que no necesitan espuma o jabón.
Marilyn Monroe, Cleopatra y Elizabeth Taylor son algunas mujeres representantes de esta tendencia, que en Reino Unido y Japón va en alza. De hecho, en algunos salones de belleza nipones, cosmetólogas especializadas realizan este tipo de depilación ya que forma parte de una antigua tradición.
El problema es que, al igual que los hombres, para las pieles más sensibles el rasurado pueden provocar irritación y enrojecimiento; desencadenar alergias, estimular la aparición de espinillas o traumatizarlas en el caso de pacientes con acné.
El periódico británico Daily Mail publicó los casos de varias mujeres que llevan años afeitándose el rostro. Una de ellas es Ángela, de 46 años quien se rasura la cara tres veces a la semana y asegura que ha mejorado considerablemente su tez en este tiempo.
“Es barato, toma unos segundos y no irrita la piel, a diferencia del láser o la depilación con cera. La afirmación de que el vello facial crece más grueso y más oscuro es un mito. Ha sido la mejor cosa que podría haber empezado a hacer. Lo que es más sorprendente es que está lejos de causar vellos encarnados y desagradables”, dijo.
El Universal