El adolescente de 15 años que lideraba al grupo de cinco que asesinaron al pequeño de seis años Christopher Raymundo Márquez es un muchacho rebelde al que acababan de expulsar de una secundaria por problemas de conducta, reveló el fiscal general de Chihuahua, Jorge González Nicolás.
En entrevista con Adela Micha en Grupo Imagen Multimedia, el funcionario explicó que las averiguaciones del caso están agotadas, y que se procederá penalmente contra los dos adolescentes de 15 años ante un tribunal para menores.
De los otros tres responsables de homicidio se solicitará a laProcuraduría de la Defensa del Menor que retire la patria potestad a los padres para que la asuma el DIF y sean internados en un albergue, “una pequeña cárcel”, dijo el fiscal.
Tras reiterar los detalles de la saña y tortura con la que los cinco adolescentes asesinaron a Christopher, el fiscal explicó que estos jóvenes eran vecinos del niño fallecido, con quien normalmente jugaban y se burlaban de él.
“Todo empezó como un juego. Lo agarraban parabromas”, dijo el funcionario, y explicó que en el acto delictivo lo torturaron como si fuera secuestrado, pero “se les pasó la mano” y decidieron quitarle la vida “para evitar más problemas”.
Mencionó que los papás de los adolescentes homicidas no alcanzan responsabilidad penal.
También señaló que sobre los adolescentes había “algunos antecedentes no penales. Principalmente la mujer y los dos de 15 habían roto vidrios de vecinos, con daños materiales y falta de respeto”, pero “nunca hubo denuncia formal”.
Tras cometer el crimen y ser detenidos, en un principio, la actitud de los adolescentes era decir: “se nos pasó la mano”, indicó González Nicolás, quien sostuvo que la situación ha cambiado y ahora están preocupados y asustados. No se daban cuenta de la magnitud de lo que habían hecho, reiteró el fiscal de Chihuahua.
El funcionario local destacó que en Chihuahua no hay antecedente de algún caso similar de “descomposición social” que, dijo, “va mucho más allá del ámbito policial”.
Por ello, lanzó una convocatoria a la sociedad para evitar este tipo de situaciones.
“Tenemos que ver por qué llegamos a estos extremos… Esto debe ser un parteaguas… Tenemos que voltear a ver esto como un tema social”, dijo.
“Tenemos que ver causas, orígenes. No es un tema que lo debamos dejar agotado sólo buscando el castigo”, opinó.