Los océanos podrían enfrentar una reorganización masiva al finalizar el siglo, un evento que no se registra desde hace aproximadamente tres millones de años, debido al aumento de temperatura.
Los cambios pueden ser observados desde ahora, ya que el 93 por ciento del calentamiento que permanece en la tierra generado por emisiones producidas por el hombre, termina en los océanos y contribuye a cambios paulatinos.
Dichas transformaciones registran desaceleración en el crecimiento de plancton por las recientes incursiones de poblaciones de atún cerca de Alaska, a cientos de kilómetros más lejos que su rango normal.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature Climate Change, advierte que si las emisiones de gases continúan creciendo con el mismo ritmo, el calor podría ocasionar en la mayoría de los océanos esta reorganización.
Existe una similitud entre el periodo actual y el de hace 3 millones de años, conocido como Plioceno, y es la cantidad de concentración de emisiones de gas en la atmósfera, por lo que los investigadores piensan que es un indicador bastante poderoso sobre lo que podría ocurrir en el próximo siglo, a menos que se haga un cambio drástico sobre estas emisiones.
Lo que encontraron es que si se limitara el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados, los cambios oceánicos serán relativamente benignos en la escala global, pero si se sobrepasa esta cantidad, es cuando se podría dar la reorganización masiva de al menos el 70 por ciento de la biodiversidad marina.
Los resultados muestran que las especies podrían desalojar las zonas tropicales según el calentamiento del agua y enviaría a ciertas especies hacia los polos sin nada que sustituya a esa fauna en su lugar, de acuerdo con el estudio liderado por el investigador Grégory Beaugrand.
Esto implicaría una ola de invasión para las especies que ya viven cerca de los polos y acarrearía una competencia por recursos, además que los océanos con mayor temperatura ocasionarían que los hábitats, alguna vez adecuados para vivir, desaparezcan. El resultado de ambos casos presenta la posibilidad de una extinción.
En el estudio se muestra la capacidad para los cuerpos marinos a reorganizarse y perturbarse, además que presenta las diferencias reales entre el calentamiento moderado y severo.
Es una investigación que lleva esta visión a un nivel macro, por lo que no especifica qué especies reaccionarían a estos cambios. Sin embargo, es posible que todo en el océano, desde crustáceos a cetáceos, tengan que contender con estas condiciones cambiantes.
Una de las señales de que el calentamiento está presente en los océanos en la actualidad, es por ejemplo, los avistamientos de poblaciones de atunes en la costa de Alaska, lejos de su hábitat normal y que se relacionó con el récord de temperatura alta alcanzado este año. La reacción fue más que natural, pero también podría ser una pequeña muestra de lo que puede esperar.
Los investigadores apuestan a que si estos cambios se llegaran a dar, los humanos que sobreviven de actividades relacionadas con las pesquerías, lograrían adaptarse por ser una transición lenta. Sin embargo, alertaron que si se trata de un mayor calentamiento, los cambios serían cada vez más radicales.
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