El mobbing laboral y abuso sexual que sufrió Verónica Molina desde el año pasado, ha provocado que su condición de salud empeore, pues al ser ignorada y amenazada por las autoridades luego de interponer una denuncia intentó quitarse la vida.
Todo comenzó desde mayo del año anterior. Verónica trabaja en el Tecnológico de Chihuahua 1, en el área administrativa. Al principio dijo que sus compañeros -todos varones- comenzaron a burlarse de ella por el sólo hecho de tener sobre peso.
Mencionó que no se sentía nada cómoda ya en ese ambiente de burlas por lo que solicitó el cambio de área, la cual nunca quisieron cambiarla. Narró que no bastó con la burla de un grupo de personas, sino que después es agredida sexualmente.
La denuncia la puso ante la Fiscalía y todo quedó en carpeta de investigación. Tiempo después de que comenzó el escándalo de “abuso sexual en el Tec”, ya era casi la hora de su salida, cuando de pronto entraron dos ministeriales, quienes la amenazaron en exigencia de que renuncie de su trabajo y que retire la denuncia, pues involucra a personal docente del Instituto Tecnológico.
Ha pasado el tiempo y ya con lágrimas en los ojos, Verónica convocó a los medios de comunicación para hablar con la verdad. Con llanto en los ojos, recalcó que si le llega a pasar algo ya dejó dicho a una persona quiénes son los 13 empleados y directivos del Tec que la juzgan de loca, hacen mobbing e intentan hacer que no pasa nada respecto al abuso sexual que no sólo se da con ella sino que con otras estudiantes más.
Finalmente Verónica aseguró que ella no puede renunciar a su empleo a pesar de que todo ésto la ha tenido ya enferma por el estrés, recalcó que tiene un hijo al cual mantener sola porque es madre soltera y ya a su edad no le dan trabajo en cualquier lugar.