Con el robo millonario a una minera de Sonora y la declaración posterior del representante canadiense de dicha mina, saltó a la luz el secreto a voces de la actividad minera mermada por los grupos delincuenciales.
El Universal detalla que según autoridades y fuentes mineras consultadas, Chihuahua se encuentra entre las nueve entidades en condiciones críticas para las actividades mineras derivado del asecho del narcotráfico.
Otras entidades en estas condiciones son Coahuila, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Tamaulipas y Sinaloa, donde según se indica son amenazados y extorsionados, tanto empleados como directivos de las compañías, para permitirles laborar.
Desde el 2012, la Cámara Minera de México (Camimex) alertó al gobierno federal sobre la amenaza creciente del crimen organizado y las afectaciones de este en las minerías, sin contar con una cifra oficial de los ilícitos ni del impacto económico que ha representado el acoso de la delincuencia.
“Al igual que para todos los sectores sociales e industriales, uno de los mayores retos que enfrentamos, como país y como sector, es la inseguridad. Por tratarse de una de las actividades que mayormente se realiza en zonas apartadas de las ciudades, la exploración minera es uno de los sectores industriales más vulnerables ante el crimen organizado”, menciona el Informe Anual 2012 de la Camimax.