Aunque La Línea es sólo considerado por el gobierno de México como un grupo armado que pertenece al Cártel de Juárez, para especialistas en temas de seguridad es ya una organización viva, que se está separando del grupo criminal que encabezaron los Carrillo Fuentes.
La Procuraduría General de la República (PGR) tiene identificados a nueve grupos de la droga, de ellos, siete controlan 43 células criminales. El Pacífico, Arellano Félix, La Familia Michoacana, Carrillo Fuentes, Beltrán Leyva, Los Zetas, el Cártel del Golfo, Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), son los nueve grupos que enfrenta el Gobierno federal.
En el caso del Cártel de Juárez, el gobierno mexicano tiene identificado dos subgrupos que conforman a la organización criminal. Se trata de La Línea y Los Aztecas, ambos con actividad criminal en Chihuahua.
El Cártel Jalisco Nueva Generación era considerado, de la misma manera, un grupo armado dependiente de Sinaloa. Pero se fortaleció en este sexenio hasta convertirse en una fuerza autónoma. Lo mismo pasó con Los Zetas, antes parte del Cártel del Golfo y, desde el sexenio de Felipe Calderón, una organización criminal de dimensiones transnacionales.
Con La Línea pasa lo mismo, de acuerdo con los analistas: el gobierno la considera simplemente como un brazo del Cártel de Juárez. Pero podría ser mucho más.
Mike Vigil, ex jefe de operaciones internacionales de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), dijo en una entrevista reciente que el Cártel de Juárez “está prácticamente en desaparición, pero La Línea ha seguido y ahora se está convirtiendo en un grupo escindido del Cártel de Juárez. Muy parecido a [lo que pasó con] Los Zetas y el Cártel del Golfo”.
En declaraciones al diario fronterizo San Antonio Express News, el ex funcionario de la DEA refirió que “durante el esplendor del Cártel de Juárez, [La Línea] hizo de Juárez uno de las ciudades más violentas del mundo con el derramamiento de sangre”.
Este lunes, el medio fronterizo difunde imágenes de La Línea que este grupo dio a conocer como parte de una campaña “para hacer del conocimiento del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, su existencia y refutar las afirmaciones de que Juárez ya no está bajo la influencia del cártel”.
“A principios de junio, las autoridades mexicanas anunciaron que habían hecho progresos sustanciales en la guerra contra los rebeldes cárteles, dejando sólo dos cárteles que operan en el país que no se han visto gravemente desmantelado. [Sin embargo,] La Línea, el grupo de ejecución del Cártel de Juárez, quiere que los funcionarios mexicanos y residentes de Juárez sepan que son más”.
El mismo medio difunde este día imágenes de cómo este grupo delincuencial lejos de desaparecer continúa dándose la gran vida posando con animales exóticos, camionetas de lujo y armas de grueso calibre.
“La Línea, es un grupo escindido de 100 personas que operan a lo largo de la frontera entre Texas y México, está en conflicto con el cártel de Sinaloa, causando lo que Vigil llama, una completa carnicería en la zona”, refiere el medio.
Entre las fotografías se distingue a sujetos con el rostro cubierto portando armas de uso exclusivo del Ejército dentro o junto a camionetas de lujo con los vidrios polarizados. En algunas imágenes se les ve con cachorros de jaguar y león.
En abril del presente año un video publicado en las redes sociales mostró la capacidad operativa de los grupos criminales en el estado de Chihuahua. La grabación de un convoy con decenas de vehículos y sujetos fuertemente armados en la Sierra Tarahumara fue ampliamente difundido.
A causa de ello las autoridades confirmaron que las imágenes correspondían de un hecho reportado en noviembre de 2014. La grabación con una duración de poco más de dos minutos está titulada “Ánimo Sicarios!! Narco Sierra de Chihuahua”.
En el video grabado, al parecer por uno de los sicarios, se distingue más de una decena de camionetas de lujo con sujetos encapuchados portando armas de grueso calibre sobre el entronque de la carretera que conduce a Guachochi y al poblado turístico de Creel.
De acuerdo con el perfil elaborado por InSight Crime, organización dedicada al estudio del narcotráfico en América Latina, el Cártel de Juárez opera en casi 21 estados y sus principales áreas de influencia son Sinaloa, Durango, Jalisco, Coahuila, Zacatecas, Michoacán, Colima, Nayarit, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Puebla, Morelos y Ciudad de México.
La organización dice que el Cártel mantiene una posición firme en Ciudad Juárez y el Valle de Juárez, que sigue siendo un corredor clave para el transporte de drogas hacia Estados Unidos. “Todavía tiene algún grado de control sobre la policía local y estatal, así como sobre algunos políticos. Ha cooptado a las bandas delincuenciales locales, cambiando la dinámica de la zona y aumentando la confrontación violenta con sus rivales”.
Con respecto a La Línea, InSight Crime dice que este grupo junto a Los Linces controlan el transporte hasta la frontera de México con Estados Unidos; y otra pandilla, “Los Aztecas”, administra la operación del lado de Estados Unidos con operaciones en El Paso, Dallas y Austin.
Especialistas consultados por la agencia del estado chino Xinhua refirieron que la dinámica de la delincuencia organizada en el país ha cambiado en la última década, pues además de que ha sufrido un reacomodo y mantiene disputas por territorios para controlar el negocio de drogas, llevan otro tipo de delitos como el tráfico de armas, tráfico de personas, secuestros, extorsiones, entre otros.
Jorge Chabat, experto en seguridad y narcotráfico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de México, dijo al medio que lo que le ha tocado a Peña Nieto es un poco lidiar con un problema que se gestó durante varias décadas que de alguna manera los gobiernos anteriores, sobre todo los del ahora gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Lo dejaron crecer y que pensaron no habría consecuencias […] ahora se tienen que enfrentar con instituciones muy débiles, corrompidas e ineficientes”, consideró.
Para Edgardo Buscaglia, experto en temas de narcotráfico, criminología y asesor de las Naciones Unidas, los operativos del gobierno federal en contra de los cárteles “no conducen a su desmantelamiento”, y prueba de ello, dijo, es que aún siguen.
Para los expertos como Raúl Benítez, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mientras se enfrenta a estos grupos criminales, surgen otros.
Al respecto, la firma de análisis de seguridad Stratfor dijo en octubre de 2014 tras la detención Vicente Carrillo Fuentes, conocido como “El Viceroy”, líder del Cártel de Juárez, que La Línea podría dejar de ser “un brazo armado” y convertirse en el próximo gran cártel de la región.
Tristan Reed, jefe de oficina en México, dijo a la prensa que La Línea aprovecharía el debilitamiento del Cártel de Sinaloa y de la organización de los Carrillo Fuentes para ser el próximo cártel operando en la región de Chihuahua.
Sin Embargo